El SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth, por sus siglas en inglés) es una condición caracterizada por el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. Normalmente, la mayoría de las bacterias del tracto digestivo se encuentran en el colon, mientras que el intestino delgado contiene una cantidad relativamente pequeña. Pero en el caso del SIBO, este equilibrio se altera y una mayor cantidad de bacterias se desplaza al intestino delgado, donde no deberían estar en esas proporciones. Estas bacterias fermentan los alimentos de manera inapropiada, causando una variedad de síntomas digestivos y afectando la absorción de nutrientes.
Los síntomas del SIBO pueden variar según la gravedad de la condición, pero a menudo incluyen una distensión abdominal y gases, diarrea o estreñimiento, dolor o malestar abdominal, malabsorción de nutrientes, pérdida de peso inexplicada, fatiga y náuseas, como recoge la Clínica Mayo. Algunos síntomas, como la distensión abdominal y los gases, son causados por la fermentación de los alimentos por parte de las bacterias en el intestino delgado, lo que genera gases como el hidrógeno y el metano, que no solo causan malestar sino que también afectan la motilidad del intestino.
El tratamiento del SIBO generalmente incluye una combinación de antibióticos para reducir la cantidad de bacterias en el intestino delgado, junto con cambios en la dieta para evitar la fermentación de alimentos que puedan agravar los síntomas. Algunos pacientes también pueden requerir suplementos nutricionales para tratar las deficiencias que se hayan desarrollado como resultado de la malabsorción de nutrientes.
¿Puedo comer pan integral si tenemos SIBO?
El pan integral, aunque generalmente se considera una opción saludable debido a su alto contenido en fibra, no es recomendable para las personas con SIBO, según el grupo QuirónSalud. La fibra, que normalmente tiene beneficios digestivos porque favorece el tránsito intestinal y alimenta a las bacterias beneficiosas en el colon, puede tener efectos negativos en el intestino delgado cuando hay un sobrecrecimiento bacteriano.
Pero, ¿por qué es perjudicial el pan integral si padecemos SIBO? Por los efectos de la fibra y los carbohidratos en esta condición:
- Fermentación de la fibra: el pan integral contiene grandes cantidades de fibra insoluble y soluble que las bacterias descomponen en el colon para obtener energía. Sin embargo, cuando estas están presentes en exceso en el intestino delgado, fermentan los carbohidratos y las fibras mucho antes de llegar al colon, lo que genera gases como el hidrógeno, metano y dióxido de carbono, provocando hinchazón, gases y dolor abdominal.
- Carbohidratos complejos: el pan integral es rico en carbohidratos complejos, que pueden ser más difíciles de descomponer completamente en el intestino delgado. Si las bacterias que habitan este segmento del tracto digestivo comienzan a fermentar estos carbohidratos no digeridos, se generan más gases y ácidos grasos de cadena corta, lo que agrava los síntomas del SIBO.
- FODMAPs: los panes integrales, dependiendo de los ingredientes, pueden ser altos en FODMAPs (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), un grupo de carbohidratos que son mal absorbidos por muchas personas y que tienden a ser fermentados rápidamente por bacterias. En el contexto del SIBO, los FODMAPs pueden empeorar los síntomas porque promueven la fermentación bacteriana en el intestino delgado.
- Dificultad en la digestión: el alto contenido de fibra del pan integral puede ralentizar la digestión en algunas personas, lo que significa que los alimentos permanecen más tiempo en el intestino delgado, dando a las bacterias más tiempo para fermentar los nutrientes. En personas con SIBO, esto puede intensificar la hinchazón, el malestar y los gases.