El arroz blanco es un alimento básico en muchas culturas y dietas alrededor del mundo, conocido por ser una fuente principal de energía debido a su contenido de carbohidratos. Aunque es un alimento rico en carbohidratos, sus propiedades nutricionales aportan múltiples beneficios para la salud general, aunque dependiendo de cómo se consuma y en qué contexto dietético se incluya.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, una porción de 100 gramos de arroz blanco cocido contiene aproximadamente 130 calorías. Este número puede variar ligeramente dependiendo de cómo se cocine o del tipo de arroz, pero en general, el arroz blanco es considerado un alimento moderadamente calórico. La mayoría de sus calorías provienen de los carbohidratos, que representan alrededor del 28% de su composición en una porción cocida.
Las propiedades del arroz
El arroz blanco es principalmente una fuente de carbohidratos, específicamente carbohidratos simples en forma de almidón, como expone la Fundación Española de Nutrición (FEN). Los carbohidratos son el macronutriente principal para obtener energía, y el arroz blanco, debido a su alto contenido en almidón, se descompone fácilmente en glucosa en el cuerpo, lo que lo convierte en una excelente fuente de energía rápida.
Esto es especialmente útil en situaciones donde se necesita reponer rápidamente los niveles de glucógeno en el cuerpo, como después de entrenamientos intensos o en personas que necesitan energía fácilmente disponible. No obstante, dado que sus carbohidratos son en su mayoría de rápida digestión, también puede provocar picos en los niveles de azúcar en sangre si se consume en grandes cantidades sin una fuente de fibra o proteínas para equilibrar la absorción de los carbohidratos.
Otra de las ventajas del arroz blanco es que es fácil de digerir, lo que lo convierte en un alimento ideal para personas con problemas digestivos o para aquellos que se están recuperando de una enfermedad. Debido a que ha sido refinado y se ha eliminado la cáscara exterior, es menos fibroso y más suave para el sistema digestivo en comparación con el arroz integral.
Por esta razón, a menudo se recomienda en dietas blandas o en situaciones donde el sistema digestivo necesita descansar, como en casos de diarrea, gastroenteritis o problemas gastrointestinales leves. El arroz blanco también es un alimento común en la dieta “BRAT” (bananas, arroz, puré de manzana y tostadas), que se aconsejan para aliviar el malestar estomacal.
Además, esta variedad de arroz es baja en grasas, ya que contiene menos de 1 gramo de grasa por cada 100 gramos cocidos, y es completamente libre de colesterol. Esto lo convierte en una opción adecuada para personas que buscan controlar su ingesta de grasa o reducir sus niveles de colesterol en la dieta.
Sin embargo, una de sus limitaciones es su bajo contenido en fibra. Durante el proceso de refinado, se elimina el salvado y el germen del arroz, que son las partes que contienen la mayor cantidad de fibra. Como resultado, el arroz blanco contiene menos de 1 gramo de fibra por cada 100 gramos cocidos, en comparación con el integral, que es mucho más rico en fibra.