Este es el mejor sitio para guardar los huevos en casa: evitarás intoxicaciones alimentarias

El almacenamiento en condiciones inadecuadas puede acelerar su deterioro, comprometiendo la calidad y la seguridad del producto

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Una cesta de huevos frescos (Imagen ilustrativa Infobae)
Una cesta de huevos frescos (Imagen ilustrativa Infobae)

Revueltos, a la plancha, cocidos o en tortilla. Los huevos son un indispensable en las neveras de muchos hogares españoles. Y es que, según indica la Fundación Española de Nutrición (FEN), este alimento es una excelente fuente de proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales.

Las grasas saludables, concentradas principalmente en la yema, incluyen ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, beneficiosos para la salud cardiovascular. Así pues, son muchos los que recurren a él de forma diaria para complementar sus recetas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que, en personas sin problemas de salud, el consumo sea de hasta siete huevos por semana.

Ahora, aunque su ingesta sea algo beneficioso, es importante conservarlos de forma adecuada. La falta de refrigeración o el almacenamiento en condiciones inadecuadas puede acelerar su deterioro, comprometiendo tanto su calidad como su seguridad alimentaria.

Huevos frescos dispuestos sobre una rústica mesa de madera.  (Imagen ilustrativa Infobae)
Huevos frescos dispuestos sobre una rústica mesa de madera. (Imagen ilustrativa Infobae)

Cómo deben conservarse los huevos en casa

Una vez los huevos se llevan a casa, se recomienda guardarlos en la nevera de forma inmediata para prolongar su vida útil y mantener sus propiedades intactas. La refrigeración logra mantener el producto fresco, garantizando así su calidad hasta el momento del consumo.

Sin embargo, no es aconsejable guardarlos en las bandejas de la puerta del frigorífico, ya que la exposición a constantes cambios de temperatura puede afectarlos. Además, aquí es más probable que sufran daños derivados de golpes o arañazos con otros productos.

Entre tanto, y para evitar la condensación de humedad en la cáscara, es recomendable sacar del frigorífico únicamente los huevos que se vayan a utilizar, minimizando así su exposición a la temperatura ambiente y protegiendo su integridad.

Por qué los huevos del supermercado se guardan a temperatura ambiente

Ahora bien, la decisión de guardar los huevos en la nevera cuando se llega de la compra contrastar con lo que se ve en el supermercado. Sin embargo, esto tiene una explicación. La cutícula, una fina capa que recubre el huevo por debajo de la cáscara, actúa como una barrera protectora contra la Salmonella y otros patógenos. Sin embargo, un cambio brusco de temperatura, como pasar de frío a calor o viceversa, puede generar condensación en la cáscara, dañando esta película. Al humedecerse, la cutícula permite que contaminantes externos accedan al interior del huevo, incrementando el riesgo de contaminación.

Por este motivo, los huevos se mantienen a temperatura ambiente en supermercados y puntos de venta. Si estuvieran refrigerados, el traslado a temperatura ambiente hasta el hogar y luego su retorno al frigorífico podría favorecer la proliferación de microbios, rompiendo la cadena de frío. En los supermercados, los huevos se almacenan fuera de las neveras porque las instalaciones mantienen una temperatura constante, generalmente en torno a los 18 grados, lo que garantiza su conservación adecuada. En cambio, en casa, los cambios de temperatura, como el uso de calefacción o la exposición al sol, pueden afectar su calidad.

Por qué debemos conservar los huevos en la nevera si en el supermercado no están refrigerados, según una experta

Qué ocurre en otros países

A diferencia de en España, en otros países los huevos se almacenan en refrigeradores dentro de los comercios. Esto se debe a que, antes de su venta, los huevos se lavan, lo que elimina la protección natural de la cutícula. Por tanto, para minimizar los riesgos de contaminación por Salmonella y otros patógenos, es necesario mantenerlos refrigerados durante su almacenamiento en los supermercados.

El lavado de los huevos elimina esta barrera natural, por lo que la refrigeración se convierte en una medida clave para evitar el desarrollo de microorganismos perjudiciales.

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