La pasta es un alimento básico en muchas dietas alrededor del mundo y un imprescindible para tener en nuestra despensa. Espaguetis, macarrones, raviolis... la versatilidad de la pasta en la gastronomía la han convertido en un plato estrella y un verdadero manjar si se sabe cocinar bien. Es por eso que este alimento es un imprescindible en el menú de muchas personas.
Al ser una fuente de carbohidratos, hay quienes optan por evitarla. Sin embargo, existen versiones muy saludables de la pasta para incluir en nuestra dieta. Roberto Oliver es nutricionista de Nutritrainlife y de Runner’s World y aclara que la pasta integral es una opción que ofrece múltiples beneficios para la salud, más que la pasta blanca.
Al estar hecha con harina integral, conserva el salvado, el germen y el endospermo del grano, lo que la convierte en una opción rica en nutrientes esenciales y fibra dietética. La fibra es una parte crucial de una dieta saludable y está vinculada a numerosos beneficios para el bienestar general, mientras que la pasta blanca pierde gran parte de su fibra durante el proceso de refinado.
Frente a la blanca, la pasta integral contiene una mayor cantidad de vitaminas y minerales como vitaminas del grupo B, esenciales para el metabolismo energético y la salud del sistema nervioso; vitamina E, un antioxidante que ayuda a proteger las células del daño oxidativo; hierro, necesario para la producción de hemoglobina y el transporte de oxígeno en la sangre; y magnesio, importante para la función muscular y nerviosa y para la regulación de la presión arterial.
Por otra parte, la pasta blanca tiene un índice glucémico más alto en comparación con la pasta integral, lo que significa que causa un aumento más rápido en los niveles de azúcar en sangre. Gracia a su IG más bajo, la pasta integral promueve una liberación más lenta y constante de glucosa en el torrente sanguíneo, como explica el nutricionista. Esto no solo es beneficioso para las personas con problemas de azúcar en sangre, sino que también evita la fatiga y los antojos que suelen acompañar a los picos y caídas bruscas de energía.
Pasta integral: cuida el corazón y ayuda a perder peso
Varios estudios en los últimos años han demostrado que el consumo regular de alimentos integrales tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular. Los granos enteros contienen antioxidantes, fibra y compuestos antiinflamatorios que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. La fibra soluble, en particular, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”), al unirse a él en el tracto digestivo y facilitar su eliminación del cuerpo.
Debido a su contenido más alto en fibra y nutrientes, la pasta integral es una excelente opción para quienes buscan mantener o perder peso. Esto se debe a que la fibra no solo ayuda a regular el apetito, sino que también ralentiza la digestión, lo que evita los picos repentinos de hambre. Además, la pasta integral tiene una densidad energética más baja en comparación con la blanca, lo que significa que proporciona más nutrientes con menos calorías.