Hace semanas que el otoño empezó de forma oficial en España. Apenas queda rastro de las tardes de playa, de las noches al fresco o de las comidas refrescantes. Por el contrario, los pucheros calientes, las tarde de sofá y manta y los jerseys de lana cobran cada vez más protagonismo en el día a día de buena parte de la población española.
Así, la vuelta a la rutina y la bajada de las temperaturas coinciden con una época algo alarmente para algunos: la del aumento de la caída del cabello. Y no es una sensación, el otoño es la época del año en la que más pelo se cae.
El efluvio telógeno estacional es la razón médica que explica este fenómeno. De esta forma, hay que entender que se trata de un tipo de caída temporal del cabello que ocurre de forma cíclica, generalmente en primavera y otoño. Se produce cuando un mayor número de folículos pilosos entra simultáneamente en la fase telógena o de reposo del ciclo de crecimiento capilar, lo que provoca una mayor pérdida de cabello de lo habitual.
Por qué se cae más pelo durante el otoño
El proceso de efluvio telógeno, o fase de caída del cabello, puede intensificarse por diversos factores, especialmente durante el otoño. Uno de los motivos principales es el cambio en la luz solar, ya que la reducción de horas de luz provoca una menor producción de melatonina, la hormona que regula el crecimiento capilar. Según los especialistas, la disminución de la exposición al sol hace que una mayor cantidad de cabello entre en la fase telógena, lo que favorece su caída.
El estrés es otro factor que puede agravar este fenómeno, ya que el otoño coincide con la vuelta a la rutina y las obligaciones diarias, lo que incrementa los niveles de tensión en muchas personas. Este contexto de mayor estrés contribuye a que el cabello entre en la fase de reposo, acentuando la pérdida estacional.
De este modo, y aunque no se trata de una pérdida irreversible y en la mayoría de los casos se recupera la mayor parte del pelo, lo cierto es que hay muchas personas a las que esta situación les genera un fuerte malestar. Ante esto, existen algunas recomendaciones nutricionales que ayudan a mejorar la salud capilar.
Qué alimentos ayudan a reducir la caída del pelo
Un estudio publicado en la revista Nutrients señala que los alimentos ricos en vitamina A pueden beneficiar la salud del cabello. De este modo, la vitamina A desempeña un papel esencial en el crecimiento de la piel y el cabello gracias a sus metabolitos activos, el ácido retinoico y el retinal, que intervienen en el funcionamiento de los folículos y los melanocitos. Sin embargo, en ese mismo estudio se señala que un consumo excesivo puede resultar contraproducente, por lo que se recomienda obtenerla a través de la comida y no mediante suplementos alimentarios.
Las principales fuentes de vitamina A incluyen el hígado y otras vísceras, aunque deben consumirse con moderación debido a su alto contenido de grasa y colesterol. También son ricas en esta vitamina ciertos pescados, como el salmón y el arenque, además del aceite de hígado de bacalao, los huevos y los productos lácteos fortificados. En el ámbito vegetal, destacan frutas y verduras de colores brillantes como zanahorias, boniatos, mangos y melón.
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