El nuevo club de vinos que llega a la ‘milla de oro’ de Madrid: con más de 3.500 referencias y un exclusivo club privado

En el número 2 de la calle Serrano, a pocos metros de la Puerta de Alcalá, The Library acaba de abrir sus puertas. Un espacio en plena ‘milla de oro’ madrileña que pretende convertirse en referente para los amantes del vino más exigentes de la capital. “Hemos concebido este proyecto como un homenaje al vino y a quienes saben entenderlo y apreciarlo en todas sus expresiones”, asegura Marta Seco, cofundadora del Grupo Paraguas, quien está detrás de la apertura. Concretamente, este se convierte en el décimo restaurante de la firma en España, un local que combina tres espacios diferenciados: una boutique de vinos, un bar gastronómico y un club privado.

El local elegido para este nuevo proyecto recibe al comensal con un espacio amplio, luminoso, de tonos dorados y acogedores. Su barroca decoración, con columnas, esculturas y cenefas en sus techos, se aleja del minimalismo para recrearse en una elegante estética clásica. Sus altísimos techos y sus estantes de madera de roble asemejan el espacio a una auténtica biblioteca palaciega. De ahí el nombre elegido, un archivo para sumergirse en un catálogo líquido de lo más variado que tiene algo para todos.

Sus altos estantes albergan unas 3.500 referencias, cada una seleccionada con la intención de componer una oferta diversa y valiosa. Así, en lo que respecta a etiquetas internacionales, la gama abarca desde grandes nombres del vino francés (Borgoña, Burdeos, Champagne, etc.) hasta las prestigiosas bodegas de Toscana, Piamonte, Napa Valley, y regiones del denominado ‘Nuevo Mundo’ como Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica.

La colección internacional se equilibra de manera armoniosa con la ambiciosa propuesta española. De esta forma, la Boutique presenta una cuidada selección de las mejores bodegas y añadas de regiones históricas como Rioja y Ribera del Duero, complementada con referencias de zonas menos conocidas como la de Jerez, Mallorca o Tenerife y sus vinos volcánicos.

Comprar, comer y, por supuesto, beber (y muy bien). Son, a grandes rasgos, las tres actividades a las que uno se dedica bajo estas altas paredes clásicas. En la zona de wine bar de The Library, los sumilleres han diseñado una carta de vinos por copas que cuenta con cerca de 80 propuestas de tintos, blancos, rosados, espumosos, generosos y vinos dulce. Pero en este exclusivo espacio también se pueden comprar botellas completas de casi cualquier parte del mundo, desde California a Nueva Zelanda, pasando por Chile, Alemania o Jerez, convirtiendo a The Library al mismo tiempo en una tienda-boutique.

Aunque esta propuesta tiene el vino como eje central, en Paraguas no se olvidan de lo gastronómico. Sandro Silva, cocinero y cofundador del grupo, lo ha explicado. “Queremos probar nuevas cosas, lanzar nuevos retos, pero siempre a partir de un deseo basado en la experiencia gastronómica. El vino forma parte íntegra de esa experiencia”, asegura el chef. Así, como acompañamiento a sus copas, se ofrece una selección de productos delicatessen como ibéricos, conservas españolas de alta gama, foies de renombre internacional, y quesos artesanos. Por otra parte, en las mesas de la ‘Cuisine’ —rincón exclusivo cerca de la cocina— se propondrán menús atípicos, donde el vino tendrá el protagonismo sobre la comida.

Una de las particularidades de este nuevo espacio es su exclusivo club privado. Y el adjetivo no es utiliza en vano. Inspirado en los clubes privados ingleses, The Library Wine Society es una sociedad de amigos del vino muy reducida —con solo unos 90 miembros— que reúne a coleccionistas, inversores y adinerados apasionados del vino que contarán con condiciones de adquisición privilegiadas.

Pero aquí la exclusividad se lleva a su máximo exponente. Según desvelaban los encargados del restaurante a Traveler, para ser uno de sus pocos socios, es preciso abonar una membresía de 6.000 euros, y comprometerse anualmente a comprar vinos por valor de 20.000. A cambio, The Library ofrece un espacio privado en la parte baja del local, con una chimenea y aspecto de club inglés, donde los socios pueden descorchar sus vinos, guardarlos en sus cavas refrigeradas o adquirir botellas y destilados premium para tomarlas con quien más les apetezca.