La vitamina E es una gran aliada de nuestra salud, un valioso agente antioxidante y un importante apoyo para la protección de las membranas celulares. Ese poder antioxidante protege el tejido corporal del daño causado por unas sustancias llamadas radicales libres que puede afectar a las células y a los órganos. Además, esta vitamina es necesaria para formar glóbulos rojos y ensanchar los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule dentro ellos. Asimismo, ayuda a que las células se comuniquen entre ellas y lleven a cabo funciones importantes, tal y como detalla Medlineplus.
Algunas afecciones o enfermedades concretas pueden hacer que los niveles de vitamina E sean demasiado bajos, en ese caso será necesario tomar suplementos para evitar los riesgos que produce un déficit de este elemento, sobre todo en niños y lactantes. Cada día, tal y como apunta la Clínica Universidad de Navarra, deberíamos tomar entre ocho y diez gramos de vitamina E, si no enseguida nuestro cuerpo comenzará a notar su falta.
Causas de su carencia
Una alimentación con muy poca grasa no aporta vitamina E, ya que, los aceites vegetales son la principal fuente de este componente. Los trastornos que afectan a la absorción de las grasas, también disminuyen el empapamiento de esta vitamina y aumentan el riesgo de padecer una carencia.
En los recién nacidos las reservas de vitamina E son realmente bajas porque sólo mínimas cantidades de este elemento atraviesan la placenta. Por ello, los niños pequeños, en especial los prematuros, tienen un riesgo alto de presentar una escasez, que se va disminuyendo con la edad, ya que, los lactantes reciben esta vitamina a través de la leche materna o las fórmulas comerciales.
Señales que indican que no estás tomando suficiente vitamina E
La deficiencia de la vitamina E es muy poco común en las personas sanas, según asegura el portal National Institutes of Health. Casi siempre está asociada con ciertas enfermedades que causan una mala absorción o digestión de las grasas, entre ellas, la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística y ciertas patologías genéticas inusuales. El no tomar la cantidad suficiente puede causar daños a los nervios y los músculos con pérdida de sensibilidad en los brazos y las piernas, pérdida de control del movimiento corporal, debilidad muscular y problemas de la visión. Otra señal es el debilitamiento del sistema inmunitario.
Interacciones con la vitamina E
Es importante saber que los suplementos dietéticos de vitamina E pueden interactuar o interferir con ciertos medicamentos:
- Puede aumentar el riesgo de sangrado en personas que toman medicación anticoagulante o antiplaquetario.
- En un estudio científico se mostraba que la vitamina E combinada con otros antioxidantes como la vitamina C, el seleno y el becaroteno, redujo los efectos de protección cardíaca de dos medicamentos ingeridos en forma combinada para controlar el colesterol.
- Un exceso podría dar lugar a trastornos metabólicos, por lo que su consumo se debe limitar a los alimentos de la dieta como las avellanas, las almendras, el coco, el aceite de oliva, la margarina, el cacahuete o las nueces.