Estas son las personas que no deberían comer carne roja

A pesar de ser rica en vitaminas, algunas personas deben reducir o evitar completamente su consumo por el riesgo para la salud

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La carne roja es rica en hierro hemo. (Shutterstock España)
La carne roja es rica en hierro hemo. (Shutterstock España)

Hace décadas que los expertos en nutrición se han centrado en estudiar las propiedades de la carne roja, como la de res, cerdo, cordero y ternera. Se ha podido observar que la carne roja es una fuente rica de proteínas, hierro y vitaminas esenciales como la vitamina B12, nutriente que ayuda a mantener la salud de las neuronas y la sangre.

Sin embargo, su consumo excesivo ha sido relacionado con diversos problemas de salud, particularmente en ciertos grupos de personas. La dietista Roxana Ehsani es portavoz nacional de medios de comunicación de la Academia de Nutrición y Dietética y recoge cuáles son las personas que deberían evitar o reducir la ingesta de carne roja.

Personas con colesterol alto

Las personas con colesterol alto deben tener cuidado con el consumo de carne roja, ya que puede elevar los niveles de colesterol en la sangre, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. La carne roja, especialmente las variedades más grasas, contiene altos niveles de grasas saturadas que pueden aumentar el colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”. Este tipo de colesterol puede acumularse en las arterias, lo que contribuye a la formación de placas que estrechan y endurecen las arterias, un proceso conocido como aterosclerosis.

Además, algunos estudios han indicado que el consumo excesivo de carne roja procesada, como las salchichas, puede tener un impacto aún más negativo en los niveles de colesterol, dado su contenido adicional de grasas saturadas y sodio. Por lo tanto, para quienes luchan con niveles elevados de colesterol, es recomendable optar por fuentes de proteínas más magras, como el pescado, las aves sin piel, o proteínas vegetales como los frijoles y las legumbres.

Personas con enfermedades cardiovasculares

Aquellas personas que ya padecen enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, la enfermedad coronaria o antecedentes de ataques cardíacos, deben limitar su consumo de carne roja. La razón principal es que las grasas saturadas y el colesterol presentes en la carne roja contribuyen al endurecimiento y obstrucción de las arterias. La inflamación resultante y el daño a los vasos sanguíneos agravan las condiciones cardíacas preexistentes.

Por otro lado, la carne roja también está vinculada a niveles elevados de una sustancia llamada TMAO (N-óxido de trimetilamina), un compuesto que se ha asociado con un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La TMAO se produce cuando las bacterias intestinales descomponen ciertos nutrientes, como la carnitina, presente en la carne roja.

Episodio: ¿Son malas las carnes procesadas?.

Personas con enfermedad renal avanzada

Las personas con una enfermedad renal avanzada (estadios de 3 a 5) también deben tener cuidado con el consumo de carne roja. Esta condición implica una disminución significativa en la función de los riñones, lo que afecta la capacidad del cuerpo para eliminar los desechos y el exceso de proteínas de la sangre. Dado que la carne roja es rica en proteínas, consumirla en grandes cantidades puede sobrecargar los riñones y empeorar la condición.

Además, la carne roja contiene altos niveles de fósforo y potasio, dos minerales que, en exceso, pueden ser peligrosos para las personas con una enfermedad renal en alto estadio. El exceso de fósforo puede causar debilidad ósea y problemas cardíacos, mientras que el exceso de potasio puede afectar la función cardíaca y aumentar el riesgo de arritmias.

Personas con antecedentes familiares de cáncer

El consumo de carne roja ha sido vinculado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer colorrectal, el cáncer de páncreas y el cáncer de próstata. Las personas con antecedentes familiares de estos tipos de cáncer deben ser particularmente cuidadosas con su consumo de carne roja, ya que tienen un riesgo genético adicional de desarrollar estas enfermedades.

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