Además de la genética, el estilo de vida juega un papel crucial en el proceso de envejecimiento. La dieta que seguimos puede proteger nuestro cerebro y prevenir un envejecimiento prematuro, pero también puede perjudicar nuestra memoria si se incluyen regularmente ciertos tipos de alimentos.
En este sentido, la alimentación desempeña un papel fundamental en la protección de la memoria y la salud cerebral a lo largo de la vida. Nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega-3, antioxidantes y vitaminas del grupo B, contribuyen a mantener la función cognitiva y a prevenir el deterioro relacionado con la edad. Por el contrario, una dieta rica en azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados puede acelerar el deterioro cognitivo.
Qué alimentos ayudan a potenciar la memoria
Las dietas que incluyen frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado, grasas saludables, así como especias y semillas, han demostrado estimular el funcionamiento de la memoria cerebral. Por su parte, el portal especializado en medicina Mayo Clinic, ha señalado qué productos son los más destacados de cada grupo alimentario para potenciar la memoria.
Las frutas, como las bayas, las uvas y la sandía, son ricas en antioxidantes que protegen al cerebro y previenen el envejecimiento prematuro y la demencia. Los arándanos destacan por su contenido en antocianinas y flavonoides que mejoran la función cerebral, mientras que las uvas aportan resveratrol y polifenoles, beneficiosos para la memoria. La sandía, con su alto contenido de licopeno y agua, contribuye a la salud cerebral, previniendo la deshidratación, que puede afectar negativamente la energía mental. Los aguacates, por su parte, ofrecen grasas monoinsaturadas que favorecen el funcionamiento de la memoria al mejorar los niveles de colesterol.
Por su parte, las verduras, especialmente las remolachas y las hortalizas de hoja verde, juegan un papel crucial en la salud cerebral. Las remolachas, ricas en nitratos, mejoran la circulación sanguínea al cerebro, mientras que las hortalizas de hoja verde, con su alto contenido en antioxidantes y folato, ayudan a prevenir la pérdida de memoria relacionada con la edad y mejoran la función cognitiva.
Así bien, los cereales integrales y las legumbres, como el cuscús integral, los garbanzos y la avena, son fuentes importantes de carbohidratos complejos, que proporcionan al cerebro un suministro constante de glucosa, esencial para su funcionamiento. Además, son ricos en folato, una vitamina B que potencia la memoria y reduce la inflamación cerebral. De igual forma, los pescados grasos, como el salmón y la trucha, aportan ácidos grasos omega-3, que han demostrado mejorar la memoria cuando se consumen regularmente. Mariscos como las ostras y los mejillones son ricos en vitamina B12, un nutriente clave para la prevención de la pérdida de memoria.
Finalmente, el aceite de oliva y los frutos secos, como las nueces, son fuentes importantes de grasas monoinsaturadas y omega-3, que favorecen la salud vascular, regulan la presión arterial y potencian la memoria. Además, especias como el romero y la menta, junto con semillas de cacao y sésamo, aportan beneficios significativos para la memoria, mejorando la circulación, la concentración y la salud cerebral. El azafrán también ha demostrado tener efectos positivos en personas con Alzheimer leve a moderado.