A pesar de su tamaño, las moras son unas frutas cargadas de nutrientes y demás compuestos bioactivos que proporcionan numerosos beneficios para la salud. Estas bayas son reconocidas no solo por su sabor dulce y ligeramente ácido, sino también por sus propiedades que apoyan diversos aspectos de la salud humana, como recoge la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Rica en colágeno
Uno de los componentes clave que hace a las moras especialmente valiosas es su alto contenido en colágeno, que es la proteína más abundante en el cuerpo humano y es esencial para mantener la integridad de la piel, los huesos, los tendones, los ligamentos y otros tejidos conectivos. Consumir alimentos ricos en colágeno, como las moras, puede ayudar a mantener la piel elástica y firme, algo para combatir los signos del envejecimiento, como arrugas y flacidez. Además, el colágeno también juega un papel fundamental en la reparación y regeneración de los tejidos, por lo que el consumo de estas frutas puede contribuir a una recuperación más rápida de lesiones y a la preservación de la salud articular a largo plazo.
Las moras son también beneficiosas para las articulaciones, gracias a este aporte de colágeno y a otros compuestos que promueven la salud articular. Esta proteína contribuye al mantenimiento y la regeneración del cartílago, la estructura que protege las articulaciones y permite el movimiento sin fricción. Esto es particularmente importante para prevenir y aliviar el dolor de rodillas, una queja común, especialmente entre las personas mayores o aquellas que realizan actividades físicas intensas. Al ayudar a fortalecer las articulaciones, las moras pueden reducir la rigidez y el dolor asociados con afecciones como la artritis. Además, su acción antiinflamatoria natural ayuda a reducir la inflamación en las articulaciones, lo que a su vez disminuye el dolor y mejora la movilidad.
Cuida el corazón
El consumo regular de moras también puede tener un impacto positivo en la salud cardiovascular, ya que son ricas en antocianinas, un tipo de flavonoide que ha demostrado ser beneficioso para el corazón. Las antocianinas ayudan a mejorar la función endotelial, lo que significa que apoyan la salud de los vasos sanguíneos y promueven una circulación sanguínea adecuada.
Además, las moras pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol “malo”) y aumentar el colesterol HDL (el colesterol “bueno”), lo que es fundamental para prevenir la acumulación de placas en las arterias y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Por lo tanto, incluir moras en la dieta puede ser una estrategia efectiva para proteger el corazón y mantener una buena salud cardiovascular a lo largo de la vida.
Propiedades antioxidantes
Uno de los beneficios más conocidos de las moras es su potente acción antioxidante. Los antioxidantes son compuestos que protegen al cuerpo contra el daño causado por los radicales libres, moléculas inestables que pueden causar daño celular y contribuir al envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas. Las moras son particularmente ricas en vitamina C, vitamina E y antocianinas, todos ellos potentes antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres. Así, incluir estas frutas en nuestra dieta diaria puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, además de servir de apoyo a la salud general y el bienestar.