El restaurante favorito de José Andrés para un tapeo en Zahara de los Atunes: un templo del producto que antes fue chiringuito

Un año más, el reconocido chef José Andrés ha disfrutado de un verano lleno de actividades familiares y culinarias en España, concretamente en el pueblo costero de Zahara de los Atunes. Según el boletín que ha compartido con sus seguidores en la plataforma de Substack, el cocinero con dos estrellas Michelin viaja a menudo a esta localidad, no solo por su buen ambiente, sus playas y su deliciosa gastronomía, sino también porque “forma parte de su ADN”. “Mi mujer Tichi y su familia son de aquí, y todos los veranos traemos a las niñas y pasamos mucho tiempo juntos en familia. Para mí es una de las mejores épocas del año”, asegura en su publicación.

Como no podía ser de otra manera, tratándose de uno de los chefs más reconocidos del planeta, la buena comida está muy presente en las vacaciones de José Andrés. El cocinero disfruta buscando el mejor producto y cocinando para sus amigos, su familia y otros invitados, junto a los que disfruta de la exquisita materia prima que se puede probar en este pueblo gaditano. “Todos los días, mi equipo y yo visitamos el Mercado de Abastos, que tiene uno de los mejores mariscos del mundo... tienen lo mejor del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, así como productos increíbles”, cuenta el chef de origen asturiano.

Andrés señala que en este mercado puede conseguir “un par de langostas grandes, algunos tipos diferentes de camarones, algunos tipos diferentes de pescado según lo que queramos cocinar, tal vez algunas almejas o calamares o lo que tenga buena pinta”. Pero también, el atún rojo, que “aquí es uno de los mejores del mundo” y se captura con “un método conocido como almadraba que data de hace más de 3000 años”.

El atún de Zahara se aprovecha en su totalidad, conocido popularmente como “el ibérico del mar” por la exquisitez de su carne y las diversas formas en las que se puede cocinar, según Turismo Zahara. El atún puede disfrutarse guisado, a la plancha, en salazón, encebollado, entre muchas otras preparaciones y se consideran un auténtico manjar en todas sus versiones.

Así, paseando entre los puestos del mercado, pasa sus mañanas el cocinero afincado en Estados Unidos, gran amante y defensor de la cocina española y de sus productos. Cuando acaba la compra, José Andrés y su equipo culminan la mañana con una visita al que es uno de los restaurantes favoritos del cocinero en la zona: el Restaurante Antonio. Con un Sol de la Guía Repsol como reconocimiento a su cocina, este restaurante de Zahara de los Atunes presume de ser un auténtico templo del producto, especialmente del atún rojo, de los mariscos recogidos del Estrecho y de otros pescados de roca.

Es eso lo que conquista al chef, que acude a Antonio para disfrutar de un buen tapeo: “Cuando visito el Restaurante Antonio después del mercado, suelo comer tapitas... ¡pequeños bocados que me abrirán el apetito para el gran almuerzo que estoy a punto de cocinar!”. El chef es un habitual en este local, al que ya acudió junto a sus hijas en la grabación de su serie José Andrés y familia en España para degustar junto a ellas todos los platos de atún que se encuentran en su carta.

El restaurante, que nació en 1981 como un simple chiringuito, cuenta ahora con una zona dedicada por completo al tapeo, además de dos salones con grandes ventanales que permiten ver el mar y un pool bar a pie de playa. Antonio Mota Pacheco fue el fundador de este restaurante, que hoy gestiona junto con sus tres hijos: Carlos, Juan Antonio y Alejandro. Desde su apertura, hace ya 43 años, ha habido varias ampliaciones, llegando incluso a construir un hotel anexo. Para cocinar todo está un profesional de larga experiencia, Joaquín Olmedo, que se ha llevado en los últimos años numerosos premios en las rutas locales de tapas.

En el restaurante Antonio se puede comer de tapas, de platos para compartir o a la carta, con opciones estrella como el tartar de atún, las gambas blancas, la ensaladilla casera, los boquerones fritos, el arroz con carabineros, las ortiguillas, los calamares de potera… Para poder acompañar a tan suculenta oferta gastronómica, el restaurante cuenta con una gran bodega que reúne una selección de más de 250 referencias de los mejores vinos del mundo. De entre todas ellas, José Andrés tiene claro cuál elige: “Y, por supuesto, lo acompaño con un vaso de manzanilla, o tal vez una caña, ¡una cervecita! La cerveza viene en tamaño pequeño para que se mantenga fría mientras disfrutas de tus tapas”.