Así mejora tu salud si cambias la mantequilla por el AOVE en tu dieta

Un estudio reciente publicado en Nature Medicine confirma, después de varios años de estudio, los beneficios del aceite de oliva virgen extra (AOVE) frente a la mantequilla. Aunque otros estudios previos como el EPIC-Potsdam en Alemania y el Predimed en España ya habían sugerido este hecho e, incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba sustituir las grasas saturadas por insaturadas para reducir el riesgo cardio metabólico, hasta el momento no existía una certeza empírica, debido a limitaciones en los estudios existentes.

De esta manera, el estudio, llevado a cabo por la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia y el Instituto Alemán de Nutrición Humana, según Diario Médico, muestra que cambiar de una dieta rica en grasas saturadas de origen animal a una rica en grasas insaturadas de origen vegetal puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Por lo que la investigación confirma la relación directa entre la composición de grasas en la sangre y la dieta.

Por su parte, Clemens Wittenbecher, director de investigación de la Universidad Tecnológica de Chalmers y uno de los principales autores del estudio, señala que estos datos refuerzan los beneficios de una dieta mediterránea, la cual es rica en grasas insaturadas provenientes de alimentos como el aceite de oliva virgen extra. Así, esta evidencia puede ser crucial para proporcionar asesoramiento dietético específico, orientado a quienes más podrían beneficiarse de un cambio en sus hábitos alimentarios.

En primer lugar, para superar las limitaciones existentes en otros estudios, se investigó en la cuestión sobre un nuevo enfoque con una metodología avanzada: lipidómica. Este método permite las mediciones detalladas de los lípidos en sangre para comprobar las concentraciones de distintos tipos de grasas en sangre.

De este modo, se aplicó tanto en estudios de intervención dietética con dietas controladas como en estudios de cohorte prospectivos con seguimiento a largo plazo. En esta parte, que se llevó a cabo en la Universidad de Reading en Reino Unido con 113 participantes durante 16 semanas, se observó una variación significativa en los perfiles lipídicos dependiendo del tipo de grasas consumidas.

Además, Fabian Eichelmann, del Instituto Alemán de Nutrición Humana y coautor del estudio, destacó la creación de un índice multilipídico (MLS) para evaluar la salud del perfil de grasas en sangre. Un MLS más alto, que indica un perfil saludable, se asoció con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 en estudios observacionales a gran escala, donde se siguió a los participantes durante varios años, lo que certificaría que el uso de grasas insaturadas como el AOVE son muy beneficiosas.

Asimismo, el estudio también evaluó si las personas con niveles iniciales bajos de MLS se beneficiaban al adoptar una dieta mediterránea. Los hallazgos indicaron que la prevención de la diabetes era más notable en estas personas tras cambiar su dieta, lo que resalta la importancia de personalizar el asesoramiento dietético basado en los perfiles individuales de grasas en sangre.

De esta manera, Wittenbecher subrayó que la dieta es extremadamente compleja, y es difícil extraer conclusiones firmes de un solo estudio. No obstante, combinando estudios de intervención dietética con estudios de cohorte y utilizando técnicas avanzadas de lipidómica, es posible superar barreras actuales en la investigación nutricional y obtener resultados más concluyentes sobre cómo la dieta afecta la salud a largo plazo.