El detalle clave en el que debemos fijarnos para saber cuándo no pedir vino en un restaurante, según un hostelero

Una copa de vino es uno de los acompañantes por excelencia de una buena comida. Para muchos, ir a comer o a cenar un bar o un restaurante, implica también disfrutar eligiendo y probando las diferentes opciones que ofrece la bodega, muchas veces con ayuda de los camareros o sommeliers del local. El vino juega un papel crucial en casi cualquier experiencia culinaria, pero, para disfrutarlo como debe hacerse, hay algunos factores a tener en cuenta.

En un reciente vídeo en TikTok, el hostelero @restobarlaspenhas ha compartido una clara advertencia que podría cambiar la forma en que elegimos nuestros lugares para disfrutar de una copa. En su publicación, el hostelero alerta a los consumidores sobre una serie de detalles en los que deberíamos fijarnos cuando vamos a un bar o restaurante antes de pedir una copa de vino. Nada más comenzar su vídeo, que acumula más de 84.000 reproducciones, el hostelero nos avisa: “Jamás te bebas una copa de vino si la botella está completamente chorreada”.

Tras mostrar una botella con manchas en la etiqueta, el hostelero explicaba a sus seguidores que esto podía indicar tres situaciones diferentes. “La primera, en ese local puede que rellenen las botellas con otras marcas más económicas”, confiesa. Esta práctica, denominada popularmente como servir alcohol de garrafón, se basa en sustituir el contenido de una botella por un alcohol que presenta una calidad y pureza inferior a la original, debido en ocasiones a destilaciones incompletas o procesos de peor calidad. Este tipo de alcohol se distribuye en grandes cantidades y resulta más económico para los propietarios de bares, por lo que es una práctica fraudulenta que es posible encontrar en algún local de restauración.

La segunda posibilidad, explica el restaurador, tiene también que ver con el hecho de rellenar las botellas, aunque en esta ocasión del mismo tipo de vino que contenía originalmente. “Puede ser que la rellenen con las mismas botellas, las mismas marcas, con lo cual tomarás en su mayoría principalmente posos de vino”, asegura. Según explica el creador de contenido, de una botella de vino común de 75 cl suelen salir unas 6 copas y media. Algunos hosteleros, afirma, aprovechan esta media copa de vino que queda en el fondo de la botella y la mezclan con otras, uniendo los sobrantes de varias botellas en una sola.

Por último, el restaurador explicó la tercera de las posibles explicaciones a manchas de este tipo. Es posible que la razón sea, simplemente, que “el camarero es excesivamente torpe”, pero eso queda descartado, afirma, “si la botella está chorreada y, encima, llena”.

Una de las formas más sencillas de saber si vas a beber una botella de calidad y con un contenido intacto es su etiquetado. Toda bebida espirituosa debe lucir, al menos, la siguiente información, según el Reglamento 1169/2011: la denominación del producto, el contenido neto, la lista de ingredientes, la información nutricional, la indicación de las sustancias alergénicas y la fecha de consumo. Esta normativa, aunque de aplicación general, presenta una serie de excepciones; por ejemplo, las bebidas con más de 1,2 % de alcohol, no estaban obligadas a indicar ni la lista de ingredientes ni la información nutricional.

También en la etiqueta, conviene revisar además que el año de cosecha indicado coincida con las características y la reputación asociadas con ese vino en particular. Del mismo modo, debemos comprobar que la Denominación de Origen de la que proceda este caldo, si es que la tiene, coincida con la región de producción reconocida del vino. Otro truco tiene que ver con fijarnos en los envases y en todos los detalles que estos pueden desvelarnos. El corcho y la cápsula (la cubierta protectora sobre el corcho) deben estar en perfectas condiciones, sin signos de alteración o daño.