El alimento que mantiene bajos los niveles de colesterol y controla la diabetes

Es un imprescindible de la cocina, aunque sus propiedades van mucho más allá de lo gastronómico gracias a los beneficios que aporta para la salud

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Un chef cocinando en una sartén (Shutterstock)
Un chef cocinando en una sartén (Shutterstock)

Es uno de los alimentos más utilizados durante siglos por diversas culturas por sus propiedades medicinales, aunque actualmente su peso fuerte está en la cocina. Se trata del ajo, que además de poseer un distintivo sabor en la cocina, aporta numerosos beneficios para nuestra salud, como recoge la Fundación Española de Nutrición (FEN).

Una de las propiedades más destacadas del ajo es su capacidad para reducir los niveles de colesterol, pues numerosos estudios han demostrado que el consumo regular de ajo puede disminuir los niveles de colesterol total y LDL (lo que llamamos colesterol “malo”) en la sangre. Esto se debe a los compuestos sulfurosos presentes en el ajo, como la alicina, que ayudan a bloquear la síntesis del colesterol en el hígado y a mejorar su eliminación del cuerpo. Además, puede aumentar los niveles de HDL (colesterol “bueno”), proporcionando así una protección adicional contra enfermedades cardiovasculares.

Otro beneficio importante de este alimento es su capacidad para ayudar en el control de la diabetes, ya que es capaz de contribuir a la reducción de los niveles de azúcar en la sangre, mejorando la sensibilidad a la insulina. Esto se debe nuevamente a los compuestos activos del ajo, que pueden influir en la regulación del metabolismo de la glucosa y la producción de insulina en el cuerpo.

Dientes de ajo (Imagen de archivo de Infobae)
Dientes de ajo (Imagen de archivo de Infobae)

Además de sus efectos sobre el colesterol y la diabetes, el ajo es conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a proteger el organismo contra diversas enfermedades. Los compuestos sulfurosos y otros antioxidantes presentes en el ajo ayudan a combatir el estrés oxidativo y reducir la inflamación en el cuerpo. Esto no solo puede beneficiar la salud cardiovascular, sino también ayudar en la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.

En cuanto a su composición nutricional, el ajo es una excelente fuente de varios nutrientes esenciales, según la FEN. Contiene manganeso, un mineral importante para el metabolismo y la formación de huesos; vitamina B6, que desempeña un papel crucial en el metabolismo de proteínas y carbohidratos, así como en la formación de glóbulos rojos; vitamina C, conocida por su papel en el sistema inmunológico y la salud de la piel, también está presente en el ajo, proporcionando un impulso adicional a la salud general; y selenio, un antioxidante que ayuda a proteger contra el daño celular, complementa los beneficios nutricionales del ajo.

Es importante destacar que el ajo es bajo en calorías y contiene cantidades insignificantes de grasas saturadas, lo que lo convierte en una opción saludable para aquellos que buscan mantener un peso corporal adecuado y una dieta equilibrada. Su perfil nutricional y sus beneficios para la salud hacen del ajo un alimento versátil y beneficioso que puede integrarse fácilmente en una variedad de platos, desde ensaladas hasta guisos y aderezos.

El ajo fino de Chinchón, la variedad autóctona que una chef madrileña lucha por recuperar: “Queremos que sea un producto gourmet”.

Por todo ello, el ajo no solo es un condimento popular en la cocina, sino también una poderosa herramienta para mejorar la salud. Desde la reducción del colesterol hasta el control de la diabetes y la protección del organismo contra enfermedades, los beneficios del ajo son respaldados por la investigación científica y respaldados por siglos de uso en la medicina tradicional. Integrar el ajo de manera regular en la dieta puede ofrecer una serie de beneficios para la salud que contribuyen al bienestar general y a una vida más saludable.

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