Este es el mejor sitio de la cocina para guardar las patatas y que no se estropeen

Como guarnición o como plato principal, las patatas son un producto básico de la alimentación española. Así, en el día a día pueden servirse fritas, cocidas, al horno, en puré, como parte de una tortilla de patatas o como parte protagonista de un plato de patatas a la riojana. De este modo, caracterizándose por ser un producto completo y versátil, se ha ganado la categoría de indispensable en las despensas de muchos hogares.

Sin embargo, la conservación de las patatas genera dudas en muchos consumidores, quienes a menudo optan por comprar menores cantidades para evitar que se estropeen o desarrollen brotes. Estos brotes pueden ser perjudiciales para la salud, ya que contienen solanina, una sustancia tóxica que puede provocar malestar estomacal.

El consumo de una patata en mal estado puede conllevar náuseas, vómitos y diarrea. Por tanto, para prevenir estos efectos lo mejor es conservarla en un lugar apropiado para ellas. Así, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) destaca un factor clave: “La conservación a temperatura ambiente favorece la germinación, y dada la influencia que tiene este factor en el contenido de azúcares reductores, se recomienda una temperatura superior a 8 °C”, señala. Sin embargo, la temperatura no es el único factor que hay que tener en cuenta a la hora de conservar las patatas.

De esta forma, estas últimas necesitan respirar. Por ello, los expertos coinciden en que lo mejor es conservarlas en bolsas de tela o cajas de madera habiendo retirado previamente los envases de plástico. Así, las patatas tampoco son un producto que demande luz, por lo que se recomienda conservarlas en un lugar oscuro. En paralelo, este producto tampoco reacciona bien a la humedad, por lo que lo mejor es conservarlo en lugar seco. Ante estos tres factores, el sitio idóneo para guardarlas es o un garaje o una despensa. En caso de no disponer de ninguno de ellos, un armario de la cocina es la mejor alternativa.

De este modo, a la hora de colocarlas en él también hay que tener en cuenta que las patatas no quieren compañía. De esta forma, para que aguanten más tiempo hay que reservarlas un sitio exclusivo. Adicionalmente, es importante que bajo ningún concepto las patatas se guarden junto a las cebollas. En este sentido, aunque ambos tubérculos requieren condiciones de almacenamiento similares, las cebollas liberan compuestos que aceleran el deterioro de las patatas, reduciendo su vida útil y afectando su sabor.

Ante un exceso de cantidad, la opción de congelado siempre sobrevuela el pensamiento. No obstante, hay que tener en cuenta que las patatas crudas no deben congelarse sin haber sido cocinada previamente. Esto se debe a su alto contenido de agua, lo que altera su estructura celular al congelarse y resulta en una textura desagradable y suave al descongelarse. Por contra, las patatas cocidas se pueden congelar sin problemas, manteniendo su textura y sabor adecuados. Del mismo modo, las patatas cocidas pueden guardarse en la nevera durante un tiempo de entre tres y cuatro días.