Estas son las personas que no deberían comer almendras

Es uno de los frutos secos más populares, sin embargo, su consumo no es recomendable para todo el mundo

Almendras (Shutterstock)

Las almendras se han consolidado como uno de los frutos secos más populares debido a sus múltiples beneficios nutricionales, su sabor y su versatilidad en la cocina. Diversos estudios han respaldado el impacto positivo de incluirlas en la dieta diaria, destacando su aporte en proteínas, grasas saludables y minerales esenciales.

El consumo regular de almendras aporta una excelente fuente de proteínas vegetales de alta calidad. Según la Fundación Española de Nutrición, cada 100 gramos de este fruto seco proporciona 20 gramos de proteínas, lo que las convierte en una opción óptima para aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana. Esta sustancia es esencial para la reparación y el crecimiento de los tejidos en el cuerpo, así como para el mantenimiento de la masa muscular.

Ricas en grasas saludables y minerales esenciales

Además, de su alto contenido proteico, son ricas en grasas saludables, principalmente grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son beneficiosas para la salud del corazón. Han demostrado reducir los niveles de colesterol LDL (el conocido como el “malo”) en la sangre, lo que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis y los ataques cardíacos. La Fundación Española del Corazón asegura que su ingesta puede contribuir a mejorar los perfiles de lípidos en sangre.

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El consumo regular de almendras podría tener un impacto positivo en la salud ósea al incrementar los niveles de calcio en la sangre. Así lo sugiere un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania y publicado en la Journal of the American College of Nutrition. Este mineral es importante para mantener la salud de los huesos y un aliado en la prevención de la osteoporosis.

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Pero, este fruto seco puede presumir de contener otros minerales importantes como el magnesio, el zinc, el fósforo o el hierro, que desempeñan funciones vitales en el cuerpo, como la regulación del metabolismo y la producción de energía. Siguiendo a la FEN, “una ración de 25 g de almendras sin cáscara aporta el 18% de las ingestas diarias recomendadas de fósforo”.

Otro beneficio a destacar es su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico, ya que, tienen un alto contenido de vitamina E, un antioxidante que ayuda a proteger a las células del daño que causan los radicales libes. Asimismo, juega un papel clave en la función inmunológica porque estimula la producción de células inmunitarias que combate las infecciones. Un estudio publicado por la Journal of the American Medical Association reveló que una dieta rica en esta vitamina estaba asociada con una menor incidencia de infecciones respiratorias.

Cuál es el alimento que ayuda a reducir el colesterol, adelgazar y rejuvenecer.

Qué personas no deberían de comer almendras

Pese a sus múltiples beneficios, es importante recordar que las almendras son altas en calorías, por lo que su consumo no es recomendable para todas las personas. Existen algunas contraindicaciones a tener en cuenta:

  • Alergias: son unos de los frutos secos más comunes asociados con alergias alimentarias. Las reacciones a su ingesta pueden ser desde síntomas de leves, como picazón y urticaria; hasta situaciones más graves que involucrarían dificultad para respirar.
  • Problemas digestivos: al ser ricas en fibra, pueden causar males gastrointestinales si se consumen en exceso.
  • Gran aporte de calorías: son una fuente concentrada de calorías debido a su alto contenido en grasas saludables. Si se está tratando de controlar el peso, será necesario reducir su consumo.
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