La Selección Española de Panadería Artesana ha vuelto a hacer historia. Esta vez ha sido en el Campeonato Internacional de Jóvenes Panaderos que organiza por la Unión Internacional de Panadería y Pastelería (UIBC), aupándose a la segunda plaza por detrás del ganador, Suecia, y delante de Francia, tercera en el podio.
El dúo formado por la jiennense Mónica Rufián y la riojana Isabel García han preparado durante meses dicha competición, dirigidas por el capitán de los ´Espigas´, José Roldán, y su director técnico, Jesús Sánchez. Para el seleccionador, este éxito supone “un orgullo para la panadería española, ya que el nivel era muy alto y no iba a ser fácil pisar el cajón. Han sido unas jornadas muy intensas y con muchos nervios, pero gracias al apoyo de CEOPPAN y de los patrocinadores hemos podido conseguir el objetivo de subir al podio”. Con respecto a las competidoras españolas, José Roldán asegura que “han hecho un trabajo impresionante, cumpliendo al detalle todo lo que habíamos previsto. Han estado sobresalientes”.
Este resultado mejora el conseguido en Berlín en 2022 por Santiago Mariel y Mohammad Abdeselam, donde no se pudo estar entre las tres mejores clasificadas, aunque sí se recibió el Premio a la Innovación, Originalidad y Sostenibilidad por parte del Jurado. Además, supone un gran reconocimiento al trabajo realizado durante largos meses, con concentraciones intensivas en las instalaciones de Salva en Lezo (Guipúzcoa), y en la escuela MATERIA de la cadena de obradores artesanales PAN.DELIRIO., colaboradora de la Selección Española de Panadería Artesana.
Y todo ello, bajo la coordinación y el apoyo de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (CEOPPAN), cuyo presidente Eduardo Villar y secretario general José Mª Fernández del Vallado, han estado presentes apoyando en todo momento al combinado nacional.
Para lograr este segundo premio, las jóvenes panaderas tuvieron que fabricar 140 productos de 13 formas diferentes, divididos en 5 categorías: pan, panecillos/bollos, pastelería dulce de levadura, bollería danesa y una pieza artística.
Así entrenó la Selección Española de Panadería
Conseguir reconocimiento internacional y unir, así, a los panaderos y pasteleros españoles era el objetivo detrás de la creación de la Selección Española de Panadería Artesana, un proyecto que forma parte de la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (CEOPAN). Aunque este organismo fue formalmente constituido en el año 1977, algunas de las Asociaciones y Gremios de Panaderos que esta confederación aglutina existen desde hace más de 800 años, convirtiendo así esta histórica asociación en una de las más antiguas aún vigentes en España.
El gran propósito de esta iniciativa era el de poder juntar a los profesionales del sector con talento y progresión para que entrenaran juntos, trabajaran en equipo y prepararan su futura participación, defendiendo a España en los campeonatos internacionales de panadería más importantes. Así, en abril de 2015, nació el proyecto Espigas y la primera Selección Nacional de Panadería Artesana, un equipo que lucha por defender la posición de la panadería artesana y tradicional como gran referente del sector y que viaja defendiendo a capa y espada el pan español y a sus panaderos.
Este concurso dedicado a jóvenes panaderos era su último reto, para el que seleccionaron a dos de las mejores promesas del panorama español. Además de reuniones telemáticas, el equipo se reunió periódicamente para entrenar, un esfuerzo que ha conseguido un segundo puesto sin precedentes.
Este año, el campeonato juvenil se conformaba de varias elaboraciones, piezas de panadería y de bollería que Isabel y Mónica elaboraron en conjunto. Una de las pruebas era artística, mientras que las otras se centraban en elaborar diferentes panes, panecillos, piezas de bollería tipo brioche y bollería hojaldrada. En total, las panaderas contaban con 8 horas para amasar, fermentar, formar y hornear todas y cada una de estas elaboraciones.