Muchas personas han incorporado el plátano como una de las frutas que no pueden faltar en su dieta diaria. Ya sea en el desayuno, en la merienda, como postre tras las comidas principales o como acompañamiento para los entrenamientos, las propiedades nutricionales del plátano aportan una serie de beneficios para la salud que no han pasado desapercibidas por los científicos.
La Fundación Española de Nutrición (FEN) explica que, aunque no son una fruta particularmente ricas en proteínas y lípidos en comparación con otras fuentes alimenticias (1,2% y 0,3% respectivamente), contienen pequeñas cantidades que contribuyen a una dieta equilibrada. Las proteínas presentes en los plátanos son esenciales para la reparación y el crecimiento de los tejidos del cuerpo, así como para la producción de enzimas y hormonas.
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Por otra parte, los plátanos son una excelente fuente de hidratos de carbono (20 g por cada 100 comestibles), lo que los convierte en una fuente rápida y eficiente de energía. Los hidratos de carbono en los plátanos se presentan principalmente en forma de azúcares naturales, como la fructosa, la glucosa y la sacarosa, que son fácilmente digeribles y rápidamente absorbidos por el cuerpo.
Además, los plátanos contienen fibra dietética, que no solo ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, sino que también promueve la salud digestiva. Una de las fibras presentes en los plátanos es la inulina, un tipo de fibra prebiótica que tiene numerosos beneficios para el tránsito intestinal. La inulina no se digiere en el estómago ni en el intestino delgado; en cambio, llega al colon, donde es fermentada por la microbiota intestinal.
El nutriente por el que quizás más se conozca a esta fruta es el potasio, que juega un papel crucial en la salud del corazón y en la regulación de la presión arterial. El potasio ayuda a equilibrar los efectos del sodio en el cuerpo, lo que puede ayudar a mantener la presión arterial en niveles saludables y reducir el riesgo de hipertensión. Asimismo, es esencial para la función muscular y nerviosa. Ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos y electrolitos en las células, lo que es crucial para el funcionamiento adecuado de los músculos, incluyendo el músculo cardíaco. Consumir alimentos ricos en potasio, como los plátanos, puede ayudar a prevenir calambres musculares y mejorar la recuperación después del ejercicio.
El consumo de los plátanos también puede aportarnos una buena fuente de varias vitaminas del grupo B, incluidas la vitamina B6 (piridoxina) y la vitamina B9 (folato). La vitamina B6 es esencial para el metabolismo de las proteínas y los carbohidratos, y juega un papel crucial en la producción de neurotransmisores, que son vitales para la función cerebral y el estado de ánimo. Una ingesta adecuada de vitamina B6 puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de depresión.
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Por todo ello, incorporar plátanos en la dieta diaria, ya sea en el desayuno o en la merienda, puede ofrecer numerosos beneficios para la salud gracias a su perfil nutricional. Desde proporcionar una fuente rápida de energía y mejorar la digestión hasta reforzar la salud del corazón y del sistema nervioso, los plátanos son una fruta completa que puede contribuir significativamente al bienestar general.