La langosta es uno de los alimentos más suculentos que puede ofrecer el mar. La forma más común de disfrutar de este manjar es cocido, con un poco de sal y nada más. Sin embargo, hay muchas maneras de servir y cocinar este crustáceo, el más admirado de nuestras costas. Bien lo saben en Fornells, uno de los puertos más conocidos y bellos de la isla de Menorca, donde la langosta es casi razón de peregrinación.
Para ser más exactos, el puerto de Fornells, uno de los parajes más bonitos y pintorescos del norte de Menorca, es la cuna de la caldereta de langosta, una receta tradicional menorquina elaborada en cazuela de barro que atrae a locales y turistas de todo el mundo. La sirven en muchos lugares, con un resultado más o menos acertado, aunque solo unos pocos restaurantes consiguen la absoluta perfección.
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El chef madrileño Dabiz Muñoz, gran amante de este producto, tiene claro cuál es el mejor lugar para disfrutar de la langosta en todo su esplendor, un restaurante que el cocinero de DiverXO ha podido probar durante su viaje a las Islas Baleares. Se trata de Sa Llagosta, en el puerto de Fornells, un restaurante galardonado con un Sol Repsol y capitaneado por el chef David Coca.
Este lujoso crustáceo es el principal reclamo de la casa. Su receta más conocida es la de caldereta de langosta, que el reconocido chef califica como “insuperable”. “No recuerdo una caldereta de langosta mejor que esta”, aseguraba a través de su Instagram Stories. Este plato tiene su origen a principios del siglo XX, cuando era un plato propio de las clases más humildes de la isla, habitualmente de los pescadores y de sus familias. Hoy día es un plato reservado para ocasiones especiales, servido en Sa Llagosta con todos los honores y en grandes cantidades por un precio de 91 euros por persona.
Pero no es la única forma en la que este crustáceo se cocina en el restaurante de David Coca. La langosta se puede disfrutar salteada, al horno, gratinada con allioli, a la plancha, hervida, a la andaluza, encebollada, con civet, con huevos fritos y patatas, en escabeche... En total, más de diez maneras distintas de cocinar una delicia de alta categoría. “Acojonante, no se puede disfrutar más. Cuando vengáis tenéis que probarlo sí o sí”, aseguraba Muñoz a través de sus redes sociales.
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El restaurante Sa Llagosta, a pesar de contar con un espacio interior reducido, dispone de una terraza espectacular que proporciona una experiencia gastronómica única a pocos metros del agua. David de Coca se encarga personalmente de adquirir y seleccionar la mayoría de los ejemplares de langosta que se desembarcan en el puerto de Fornells, un producto que alcanza su mejor temporada entre los meses de abril y agosto.
Aunque su propuesta principal es la famosa caldereta de langosta menorquina, que muchos consideran la mejor de la isla, este restaurante a pie de puerto sirve pescados y mariscos de lo más variados, siempre de temporada y, a veces, cocinados con técnicas internacionales que aportan un toque diferente a la experiencia. Esto se aprecia en platos como el carpaccio de gamba, el ceviche, los boquerones o el tataki de atún.
Fornells, cuna de la caldereta de langosta
Fornells, en el Mercadal, al norte de Menorca, es un pueblo de pescadores reconocido por su encanto mediterráneo, un rincón de casas blancas y calles estrechas que destaca por su pintoresco puerto, en torno al cual sigue girando casi toda la vida de la localidad.
Este enclave forma parte de la Reserva Marina del Norte de Menorca y está repleto de calas y pequeños rincones que lo convierten en un lugar ideal para recalar cuando se navega por la zona. Una de las atracciones principales es la torre de Fornells, la cual ofrece unas vistas impresionantes de la costa de los alrededores.
La gastronomía es una de las señas de identidad de Fornells, un destino que incluso la guía de viajes Lonely Planet reconoce como “uno de los pueblos costeros más bonitos de España”. Con la caldereta de langosta como insignia, la cocina en torno al pescado que las barcas llevan cada día a su pequeño puerto es una de las tareas obligadas para quien se acerca a uno de los rincones más encantadores de la isla.