Muy a menudo podemos encontrar la frase “puede contener trazas de” en los envases de alimentos, una advertencia que se utiliza para informar a los consumidores sobre la posible presencia de alérgenos en productos alimenticios. Esta indicación es crucial para las personas con alergias alimentarias, ya que incluso pequeñas cantidades de ciertos alérgenos pueden desencadenar reacciones graves.
La frase “puede contener trazas de” significa que, aunque el alimento en cuestión no tiene ingredientes que incluyan el alérgeno mencionado, existe la posibilidad de que pequeñas cantidades de dicho alérgeno estén presentes debido a la contaminación cruzada durante el proceso de fabricación, empaque o transporte. La contaminación cruzada puede ocurrir cuando se utilizan los mismos equipos o instalaciones para procesar múltiples productos alimenticios que contienen diferentes ingredientes.
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Las alergias alimentarias afectan a millones de personas en todo el mundo, y algunas de las reacciones alérgicas pueden ser extremadamente graves, incluso potencialmente mortales. Los alérgenos más comunes incluyen nueces, cacahuetes, leche, huevos, trigo, soja, pescado, mariscos, y algunos otros. Para las personas con alergias, consumir accidentalmente una pequeña cantidad de un alérgeno puede desencadenar una reacción que varía desde síntomas leves, como urticaria o molestias estomacales, hasta anafilaxia, una reacción severa que puede causar dificultades respiratorias y requerir atención médica urgente.
En muchos países, las regulaciones alimentarias exigen que los fabricantes declaren la presencia de alérgenos en sus productos. En la Unión Europea, por ejemplo, el Reglamento (UE) No 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor establece requisitos claros sobre la declaración de alérgenos.
Estas regulaciones obligan a los fabricantes a ser transparentes sobre los posibles riesgos de contaminación cruzada. Al incluir la frase “puede contener trazas de” en las etiquetas de sus productos, las empresas se protegen legalmente y, al mismo tiempo, proporcionan información crucial a los consumidores para que puedan tomar decisiones informadas sobre su seguridad alimentaria.
Cómo se produce la contaminación cruzada
Según la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA) contaminación cruzada puede ocurrir en varias etapas del proceso de producción alimentaria:
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- En la fábrica. Las líneas de producción que procesan diferentes productos pueden no estar adecuadamente limpiadas entre lotes. Por ejemplo, una planta que produce galletas de chocolate y, en la misma línea, galletas con nueces, puede tener restos de nueces en el equipo, que luego contaminan las galletas de chocolate.
- En el transporte y almacenamiento. Los alérgenos pueden transferirse de un producto a otro si no se almacenan y transportan adecuadamente. Por ejemplo, si los productos que contienen alérgenos y los que no los contienen están almacenados juntos sin una separación adecuada, puede haber un riesgo de contaminación.
- En el empaque. Las instalaciones de empaque que manejan múltiples tipos de alimentos pueden no estar completamente libres de alérgenos, lo que puede llevar a la contaminación de productos que no contienen alérgenos como ingredientes.
Para los consumidores con alergias alimentarias, la frase “puede contener trazas de” es una señal de advertencia importante. Por ello, deben leer detenidamente las etiquetas de los productos y, si tienen alguna duda sobre la seguridad de un alimento, es recomendable que eviten consumirlo. La reacción a un alérgeno puede ser inmediata o tardar varias horas en desarrollarse, y puede variar desde síntomas leves hasta reacciones potencialmente mortales.