Receta de guacamole casero, una salsa ‘de los dioses’ fácil y saludable

El guacamole es una parte indispensable de la gastronomía mexicana, una elaboración que data sus comienzos en la civilización azteca, alrededor del 1200 d.C. El nombre procede del término náhuatl ahuacamolli, y surge de la unión de las palabras ahuacatl (aguacate) y molli (mole o salsa). Aunque origen de la receta no está claro, existe una leyenda azteca protagonizada por el dios tolteca Quetzalcoatl, considerado como ‘la Serpiente Emplumada’, que explica cómo llegó a manos aztecas.

Según este mito, que se narra en la obra La leyenda de los Soles, fue durante su paso por la Tierra que Quetzacoatl habría concedido a los humanos la receta del guacamole, considerado entonces como un alimento afrodisíaco. En sus inicios, el guacamole se elaboraba con un par de aguacates molidos con agua en un mortero de piedra volcánica. Más adelante, se fueron añadiendo otros ingredientes como el chile, que aporta a esta salsa el toque picante. Los españoles llevaron a Mesoamérica algunos de los demás elementos que luego se añadirían a esta receta, como la cebolla, provenientes de Asia, o el jugo de limón y la sal.

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Esta deliciosa y saludable salsa se puede disfrutar de muchas maneras. En México el guacamole es empleado para acompañar diferentes tipos de carnes, tacos o tortas, mientras que, en otros países como Venezuela, también se utiliza para combinar con los diversos tipos de asados. Lo más común en España es encontrarlo como aperitivo, acompañando a unos nachos o totopos.

Aunque existen debates y diferencias con respecto a la elaboración tradicional del guacamole, hay algunos ingredientes que nunca cambian. Por supuesto, el aguacate es uno de ellos, así como el chile que le aporta su característico sabor. El uso o no del tomate en la receta de guacamole tradicional es uno de los grandes debates, pues algunos mexicanos prefieren suprimirlo, aunque muchos lo defienden como imprescindible. Sea como fuere, esta es la receta del guacamole casero más sencillo y delicioso, creada por la Fundación Casa de México en España.

El aguacate no es solo un ingrediente delicioso, protagonista en esta receta. También es un aliado perfecto para aquellos que buscan llevar una dieta saludable y equilibrada. Esta fruta es rica en grasas saludables, proteínas, vitaminas y minerales como el potasio, un alimento que puede beneficiar a nuestra salud cardiovascular, al control del peso, a la salud digestiva y a la de la piel, entre otros muchos otros beneficios.

Las grasas que contiene son en su mayor parte insaturadas (monoinsaturadas), destacando en particular el elevado contenido en ácido oleico. En cuanto a su composición vitamínica, el aguacate es fuente de vitamina E, potente antioxidante, además de una gran fuente de minerales como el potasio, el cual contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos.

Tiempo de elaboración: 5 minutos

Raciones: 4 personas

Ingredientes:

• 2 aguacates maduros
• 1 tomate
• 1 cebolla blanca dulce
• 1 chile jalapeño fresco
• Cilantro fresco al gusto
• Lima al gusto
• Sal al gusto

Elaboración:

1. Picamos finamente la cebolla y el chile jalapeño.
2. Cortamos por la mitad el tomate, retiramos las semillas y picamos en dados pequeños.
3. Trituramos el cilantro finamente con un cuchillo afilado, deslizando el filo sobre el cilantro para que el corte sea limpio y así no machacar el producto.
4. Cortamos las limas por la mitad para exprimir el jugo de uno de los lados.
5. Cortamos los aguacates por la mitad y retiramos sus huesos con mucho cuidado. Sacamos la pulpa para introducirla en un cuenco amplio y machacarla con un tenedor.
6. Agregamos el resto de ingredientes, la cebolla, el chile, el tomate, el cilantro y el zumo de la media lima, al aguacate y mezclamos todo bien. Sazonamos al gusto y servimos acompañado de totopos.