Las frutas son una parte vital de una dieta saludable, y muchas de ellas tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación y promover la salud general del cuerpo. La Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard recomienda especialmente las bayas, las manzanas, las uvas y las granadas para combatir la inflamación, pues destacan gracias a su contenido de compuestos bioactivos como antioxidantes, flavonoides y polifenoles.
Las bayas, que incluyen fresas, moras, arándanos y frambuesas, son conocidas por su alto contenido de antioxidantes, como las antocianinas, que les confieren su característico color vibrante y también proporcionan beneficios antiinflamatorios. Estos compuestos ayudan a reducir la inflamación al neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo. Además, las bayas son ricas en vitamina C, otro antioxidante potente que puede ayudar a combatir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico. Incorporar bayas frescas en tu dieta, ya sea como un aperitivo saludable, en batidos o en ensaladas, es una excelente manera de aprovechar sus propiedades antiinflamatorias.
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Las manzanas son otra fruta popular que puede ayudar a combatir la inflamación gracias a su alto contenido de fibra, especialmente pectina, y antioxidantes como la quercetina. La fibra es conocida por su capacidad para promover la salud digestiva y reducir la inflamación en el intestino. Por su parte, la quercetina es un flavonoide que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que puede ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Consumir manzanas enteras o agregarlas a tus batidos, ensaladas o alimentos horneados puede ser una forma deliciosa de incorporar esta fruta antiinflamatoria en tu dieta diaria.
Por su parte, las uvas, tanto rojas como verdes, son conocidas por su contenido de resveratrol, un poderoso antioxidante que se encuentra en la piel de las uvas y que ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo al inhibir la producción de ciertas sustancias químicas proinflamatorias. Además, las uvas son ricas en vitamina C y otros antioxidantes que pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo y la inflamación.
La última de las frutas a destacar por sus propiedades antiinflamatorias son las granadas, conocidas por su alto contenido de antioxidantes, especialmente los polifenoles como los flavonoides y los taninos. Estos compuestos tienen potentes propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y proteger contra enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
El zumo de granada, en particular, ha sido objeto de numerosos estudios que han demostrado sus efectos beneficiosos sobre la salud, incluida su capacidad para reducir la inflamación y mejorar la salud del corazón. Además, las semillas de granada son ricas en fibra, lo que puede ayudar a promover la salud digestiva y reducir la inflamación en el intestino. Agregar granadas frescas o preparar batidos con su juego a tu dieta puede ser una forma deliciosa de aprovechar sus beneficios antiinflamatorios.
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Además de estas frutas, los expertos de Harvard también recomiendan que las frutas que consumamos sean las propias de cada estación. Es decir, en verano optar por la sandía, el melón, el melocotón, la ciruela, la nectarina... las frutas con hueso, en general. En otoño, las uvas y las grandas. El kiwi, la naranja y la mandarina son frutas de invierno, mientras que en la primavera las mejores frutas son las fresas y las cerezas.