Qué pasa si comes arándanos todos los días

Su delicioso sabor y versatilidad en la cocina están convirtiendo a los arándanos en uno de los productos de moda y, para muchos, un alimento esencial en su dieta diaria. Estas pequeñas frutas están cargadas de nutrientes y compuestos bioactivos que pueden proporcionar una serie de beneficios para la salud. Sin embargo, como cualquier alimento, es importante comprender tanto sus propiedades como sus posibles contraindicaciones.

Los arándanos son una excelente fuente de antioxidantes, como los polifenoles, especialmente antocianinas, que les dan su característico color azul. Estos antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y cáncer.

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Además, consumir arándanos de manera regular puede ser beneficioso para la salud del corazón. Según cuenta la Asociación Americana del Corazón, los antioxidantes presentes en estas bayas pueden ayudar a reducir la presión arterial, mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por otra parte, la revista de salud de la Universidad de Harvard recoge que los arándanos tienen efectos positivos en la función cognitiva, especialmente en la memoria. Los antioxidantes y otros compuestos bioactivos en los arándanos pueden ayudar a proteger el cerebro del daño oxidativo y la inflamación, lo que puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Los arándanos contienen compuestos antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, como recoge un artículo de 2021 de la Journal of Agricultural and Food Chemistry. Esto puede ser beneficioso para personas que sufren de enfermedades inflamatorias crónicas, como artritis y enfermedades intestinales inflamatorias.

Otro de sus beneficios menos conocidos quizás es su rico aporte de fibra, lo que puede promover la salud digestiva al mejorar la regularidad intestinal y prevenir el estreñimiento. Además, los compuestos antioxidantes en los arándanos pueden ayudar a reducir la inflamación en el tracto gastrointestinal, lo que puede ser beneficioso para personas con síndrome del intestino irritable u otras enfermedades digestivas.

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Los arándanos pueden interactuar con ciertos medicamentos, especialmente aquellos que son metabolizados por la enzima CYP3A4 en el hígado, según la Cínica Mayo. Ingerir grandes cantidades de arándanos mientras se toman estos medicamentos puede aumentar o disminuir la concentración de los fármacos en el cuerpo, lo que puede ser peligroso. Algunos ejemplos de medicamentos incluyen ciertos antibióticos, antidepresivos y medicinas para la presión arterial.

Aunque son poco comunes, algunas personas pueden ser alérgicas a los arándanos. Los síntomas de una alergia a los arándanos pueden incluir picazón en la boca, urticaria, dificultad para respirar y, en casos graves, anafilaxia, según la American College of Allergy, Asthma and Immunology. Las personas con alergias conocidas a otras frutas, como fresas o kiwis, pueden tener un mayor riesgo de ser alérgicas a los arándanos.

Si bien es cierto que la fibra en los arándanos puede ser beneficiosa para la salud, algunas personas pueden experimentar malestar estomacal, gases o diarrea al consumir grandes cantidades de arándanos, especialmente si no están acostumbradas a una dieta rica en fibra.

Es importante tener en cuenta que los beneficios y contraindicaciones de comer arándanos pueden variar según la persona y su estado de salud individual. Por ello siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si se están tomando medicamentos o se tienen condiciones médicas preexistentes.