El embarazo es una de las experiencias universales y atemporales que ha vivido y seguirá viviendo la mujer. Las creencias, los mitos, el modo de comportarse en torno al estado de gestación han ido variando con el paso del tiempo y a través de las distintas culturas. Nuestras madres no vivieron el embarazo (ni mucho menos el parto) de la misma manera que lo hacen las mujeres de ahora, ni siquiera lo vivieron como nuestras abuelas.
Es quizás por esto que todavía hoy existen muchos y diversos mitos sobre el embarazo: qué debe hacer y qué debe evitar una mujer cuando está gestando al bebé. Natalia Camaño es ginecóloga y obstetra en el Hospital Quirónsalud Valle del Henares y atiende a Infobae España para desmontar las pseudo informaciones y esclarecer algunas de las dudas más comunes.
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Probablemente, la alimentación sea el punto donde más confusión hallan las madres, tanto en qué alimentos deben consumir, cuáles no y en qué cantidades. Camaño lo aclara: “Decimos a las madres que en el embarazo deben hacer cuatro o cinco comidas diarias. En este sentido, pueden comer a media mañana una fruta, un yogur, frutos secos... No queremos que pasen tantas horas sin comer porque tienen más requerimientos por el feto y pueden tener más hipoglucemias”. La hipoglucemia ocurre cuando el nivel de glucosa en la sangre cae por debajo de lo recomendado.
Además, la ginecóloga explica que “la alimentación durante el embarazo es muy parecida a como debería ser fuera del embarazo”, salvo algunos productos a evitar. “Deben aumentar el consumo de frutas y hortalizas para aportar vitaminas y minerales fundamentales y comer entre tres y cuatro veces a la semana pescado azul, ya que es una gran fuente de omega-3”, añade.
¿Cuáles son los alimentos a evitar durante el embarazo?
A diferencia de los alimentos que se recomiendan especialmente incorporar en la dieta, algunos de ellos deben evitarse porque pueden perjudicar la salud del feto. “Yo les digo a mis pacientes que lo que viene derivado del animal tiene que estar bien cocinado, y que no deben consumir productos cárnicos crudos por la posible transmisión de la toxoplasmosis. Por ejemplo, hay que evitar todo el tema de embutidos, el jamón serrano, el chorizo... ”, cuenta la experta. La toxoplasmosis es una infección producida por el parásito toxoplasma gondii que si se contrae en el embarazo puede dar lugar a secuelas graves en el feto, e incluso provocar el fallecimiento, en los peores casos.
“Evidentemente, también hay que evitar el pescado crudo. Se recomienda siempre congelar el pescado antes de su consumo. De este modo reducimos el riesgo de contagio por parásitos como las larvas de anisakis”, indica.
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En cuanto a los lácteos y sus derivados, “siempre deben estar pasteurizados para evitar la transmisión de listeria y otras bacterias. Deben tener cuidado, sobre todo, con el queso y revisar en la etiqueta o envase que esté pasteurizado”. De hecho, “todo lo que coman fresco, como la fruta, la ensalada... tienen que lavarlo muy bien porque mucha parte de ella va a contener pesticidas”.
La cafeína es otro de los mitos que desmonta la doctora Camaño, pues se tiene por otro de los alimentos prohibidos para las mujeres embarazadas. “No es que no se pueda tomar nada de cafeína. Es igual que fuera de embarazo, que tampoco debemos tomarnos cinco tazas de café al día. A las mujeres que están muy acostumbradas a tomar café, yo les digo que un café con leche en el desayuno no supone un problema. Lo que no es bueno es el exceso”, cuenta la ginecóloga.
Desmontando los mitos más comunes del embarazo
No es de extrañar que exista una serie de creencias sobre el embarazo ampliamente extendidas, heredadas de abuelas a madres y de madres a hijas, y que al mismo tiempo no dejan de ser falsas. La doctora Camaño cuenta que muchas mujeres acuden a su consulta en su primer trimestre de embarazo y se excusan en que no pueden hacer ejercicios. “Es mentira”, dice, “en un embarazo sano yo insisto en que el primer trimestre es el momento de instaurar el deporte, si no lo hacían antes, porque después les va a costar mucho más. Hay que evitar los deportes de impacto, pero se pueden hacer ejercicios de fuerza, movilidad, estiramientos... Aunque siempre controlados”.
Otro de los mitos más extendidos es que la mujer debe comer por dos, aunque no funciona realmente así. Según Natalia Camaño, “una mujer no tiene que pasar hambre. Va a comer más de lo que solía comer habitualmente, pero no debe ser el doble tampoco, porque sería excesivo. De hecho, tengo embarazadas que ganan diez kilos en la mitad de su embarazo y les decimos que tienen que vigilar lo que están comiendo porque no lo están haciendo bien. A lo mejor en su dieta hay más alimentos fritos, ultraprocesados y estos productos deben restringirlos”.
La ginecóloga también desmiente otras creencias populares como que una mujer no puede teñirse el pelo durante el embarazo o que si la mujer tiende a vomitar es porque el bebé tiene mucho pelo. También es falso que se pueda saber el sexo del bebé solo por la forma de la barriga de la madre. “Es totalmente falso. Hasta que no se hace la ecografía no se puede saber. Nosotros por la forma de la barriga podemos saber un poco la posición del feto por las maniobras de Leopold, en la que palpamos la zona de la pelvis para saber dónde tiene la cabeza o el culo”, concluye.