A nadie le sorprende el hecho de que hacer deporte es crucial para llevar un estilo de vida saludable. La actividad física es necesaria en todas las etapas de la vida y debemos forzarnos a ella si queremos reducir el riesgo de enfermedades y sentirnos bien con nosotros mismos. Es evidente que cualquier tipo de actividad física es mejor que no hacer nada de deporte, aunque muchas personas prefieren realizar sus ejercicios en casa que en el exterior.
Pese a que hacer deporte en interior es la opción más cómoda, no es la ideal. Rafael Guzmán es experto en Fisioterapia, ha estudiado un máster en psiconeuroinmunología, profesor en varias instituciones españolas y autor del libro Tu cuerpo, tu hogar, una obra con la que pretende ofrecer una serie de claves para potenciar nuestra esperanza de vida a través de una serie de hábitos saludables, que también aplica en su clínica. En este libro, Guzmán es tajante en cuanto al deporte: es vital realizarlo y aún más en el exterior.
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Podemos pensar que es mejor hacer deporte al aire libre porque nos exponemos a la luz del sol y recibimos otros beneficios del aire, lo cual es cierto. Sin embargo, hay más. Como se explica en el libro, cuando una persona está corriendo o montando en bici, el entorno va cambiando. “Los globos oculares van realizando pequeñas oscilaciones conforme van captando la modificación de tu alrededor. A esto se lo conoce el flujo óptico. Como por obra de magia, estos pequeños movimientos —reflejos optocinéticos— generan un impulso neuronal que calma las amígdalas”, escribe.
Pero, ¿por qué es importante que las amígdalas reciban ese impulso neuronal? La amígdala cerebral, también conocida como amígdala, es una estructura del cerebro ubicada en los lóbulos temporales. Esta región desempeña un papel fundamental en el procesamiento de las emociones y la memoria episódica, además de estar estrechamente relacionada con la generación de respuestas emocionales, como el miedo, como explica la Revista de Neurología. Por ello, si la amígdala se calma (como ocurre gracias al deporte), sentiremos que nuestro nivel de estrés y ansiedad es mucho menor.
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Beneficios de la actividad física para la salud
La actividad física ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, tanto física como mental. Algunos de los beneficios que avala la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyen:
- Ayuda a mantener un peso corporal saludable.
- Reduce la presión arterial.
- Disminuye el riesgo de enfermedades del corazón.
- Reduce el riesgo de diabetes tipo 2.
- Disminuye el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
- Aumenta la fuerza muscular y su función.
- Mejora la salud y la fuerza de los huesos.
- Ayuda a promover la salud mental positiva.
- Reduce el riesgo de demencia.
Además, la actividad física contribuye a mejorar el control de factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad y otros componentes de la enfermedad metabólica. También se traduce en beneficios clínicos que abarcan desde la disminución del riesgo de infartos, arritmias, insuficiencia cardiaca y accidentes cerebrovasculares hasta una reducción del riesgo de cáncer. Por otra parte, la OMS resalta que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles.