Este verano se dio a conocer una noticia que dejó en shock a buena parte del mundo: cuatro niños fueron capaces de sobrevivir solos durante 40 días en la selva amazónica de Colombia. El avión Cessna 206 de la compañía Avianline Charter’s en el que volaban los hermanos junto con su madre se estrelló en mitad de la jungla y solo sobrevivieron los pequeños.
Tras esperar cuatro días en la zona del accidente, los niños caminaron durante 40 días hasta que fueron encontrados entre los departamentos de Caquetá y Guaviare. De inmediato, los militares llevaron a los menores al Hospital MIlitar Central (HMC) de Bogotá para ser tratados de desnutrición y deshidratación. Sin embargo, sobrevivieron gracias a la hermana mayor, de 13 años, quien se encargó de cuidar a sus hermanos de 9 y 5 años y al bebé, que cumplió su primer año en la selva.
Te puede interesar: Una psicóloga de Harvard explica por qué algunos niños aprenden a hablar antes que otros
Sin embargo, ¿cómo pudieron estos menores vivir durante 40 días en la selva amazónica? Al principio, por las reservas de comida del avión. Una vez que se acabó, se alimentaron a base de los kits que las fuerzas de rescate habían lanzado en puntos estratégicos. Estos kits contenían harina de yuca, conocida en Colombia como fariña.
Qué es la fariña o harina de yuca
La fariña, también conocida como harina de yuca, es un producto alimenticio tradicional en diversas regiones de América del Sur que se obtiene a partir del procesamiento de la raíz de la yuca, una planta de gran importancia en la dieta de millones de personas en regiones tropicales y subtropicales alrededor del mundo.
Te puede interesar: El color del ojo del pescado blanco que alerta de su baja calidad: nunca lo compres
La producción de fariña comienza con la cosecha de la yuca. Tras su recolección, las raíces se pelan, se lavan, y posteriormente se rallan o se trituran, un proceso que permite separar la pulpa de la corteza y facilita la extracción del almidón. La masa resultante se somete a un proceso de prensado para eliminar el exceso de agua, y de esta manera, se reduce el contenido de cianuro presentes naturalmente en la yuca, especialmente en sus variedades más amargas. La masa prensada se seca entonces al sol o en hornos especiales, y finalmente se tuesta, etapa en la cual adquiere su característico sabor y textura crujiente.
La fariña puede consumirse de forma directa, como acompañamiento de platos típicos, o utilizarse como ingrediente para la preparación de diversas recetas. En Brasil, por ejemplo, es común su uso en la elaboración de farofa, un plato que suele acompañar la feijoada, el plato nacional. Además, la fariña se emplea en la producción de panes, tortillas, bollos y otros productos horneados, tanto en hogares como en la industria alimentaria.
Desde el punto de vista nutricional, la fariña es una fuente importante de carbohidratos, proporcionando energía al cuerpo. Esto fue, sin duda, la razón por la que fueron capaces aquellos niños de caminar durante 3 kilómetros en la selva. Aunque su contenido proteico no es alto, puede ser un complemento en dietas donde predominan otros alimentos ricos en proteínas. Además, contiene minerales como el calcio, el fósforo y el potasio, así como vitaminas del complejo B en menores cantidades.
Su importancia trasciende lo culinario y nutricional, ya que la fariña tiene una profunda raíz cultural en las comunidades donde es un alimento básico. En muchas áreas rurales, la producción de fariña es una actividad comunitaria que involucra a familias enteras y se transmite de generación en generación, manteniendo vivas las tradiciones y fortaleciendo los lazos comunitarios.