Que el aceite de oliva virgen extra es oro líquido no es una sorpresa, pero la Universidad de Harvard lo acaba de confirmar en un estudio que han llevado a cabo durante casi treinta años. Con una muestra de 92.000 hombres y mujeres de Estados Unidos, se concluyó que aquellos que consumían más de media cucharada de aceite de oliva al día tenían un 28% menos de probabilidad de riesgo de muerte por demencia.
El aceite de oliva virgen extra es considerado uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea, reconocida a nivel mundial por sus beneficios para la salud. Este tipo de aceite se obtiene directamente de las aceitunas únicamente mediante procedimientos mecánicos, lo que garantiza la preservación de todas sus propiedades naturales, vitaminas y antioxidantes.
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La calidad “virgen extra” es la categoría más alta de aceite de oliva. Para ser clasificado bajo esta denominación, el aceite no debe superar una acidez de 0,8 grados y debe ser obtenido de la primera prensada en frío de las aceitunas. Esta categoría se diferencia de otros aceites de oliva por su proceso de extracción, que asegura un producto sin defectos y con características organolépticas (sabor, olor y color) excepcionales.
La producción de aceite de oliva virgen extra comienza con la recolección de las aceitunas, preferentemente de manera manual o mediante métodos que no dañan el fruto, para luego pasar por el proceso de molienda. Las aceitunas se muelen para obtener una pasta, que se somete a un proceso de batido para facilitar la separación del aceite del resto de componentes. Posteriormente, mediante un proceso de centrifugación, se separa el aceite de oliva del agua y los residuos sólidos. Este método de extracción en frío es crucial para mantener las propiedades saludables y el sabor del aceite.
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A nivel global, países de la cuenca del Mediterráneo como España, Italia y Grecia lideran la producción de aceite de oliva virgen extra, aunque su cultivo y elaboración se ha extendido a otros países con climas similares. La elección del aceite de oliva virgen extra debe basarse en el gusto personal, teniendo en cuenta la variedad de las aceituna el método de extracción, que influyen en el perfil de sabor del aceite.
Beneficios para la salud de consumir aceite de oliva virgen extra
Numerosos estudios han demostrado los beneficios del consumo regular de aceite de oliva virgen extra. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados, principalmente ácido oleico, que contribuye a una mejor salud cardiovascular. Además, contiene antioxidantes como la vitamina E y polifenoles, que juegan un papel importante en la prevención del envejecimiento celular y de diversas enfermedades crónicas.
El consumo de aceite de oliva virgen extra se ha vinculado con una reducción en el riesgo de enfermedades cardíacas, debido a su capacidad para mejorar el perfil lipídico del organismo, disminuyendo los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentando el colesterol bueno (HDL). También tiene efectos antiinflamatorios y puede contribuir a la prevención y manejo de la diabetes tipo 2.