Cada vez son más las sustancias artificiales que la industria alimenticia está prohibiendo para ser comercializadas, pese a que se han usado durante años en miles de alimentos. Hablamos de las grasas saturadas, azúcares refinados, conservantes, antioxidantes sintéticos, pesticidas, hormonas, el aceite de palma… Varios estudios relacionan estos compuestos con el desarrollo de enfermedades como la obesidad, el aumento del colesterol LDL o los trastornos de memoria.
Sin embargo, existen una serie de alimentos que, a pesar de que están prohibidos en otros países del mundo, en España todavía se consumen porque la industria alimenticia no las considera un riesgo.
Colorantes alimenticios artificiales
Son alimentos cuyo aspecto difiere mucho de lo original o lo “natural”. Por ejemplo, algunos cereales, las bebidas energéticas, algunos tipos de quesos, las salsas y la bollería industrial con frecuencia cuentan con colorantes artificiales que se han fabricado a partir de productos químicos derivados del petróleo. Por ello, países como Finlandia, Austria, Noruega y Reino Unido han prohibido su comercialización.
Paté de hígado
Aunque es un producto muy apreciado en gastronomías como la francesa o la española, el mercado de California (Estados Unidos) tiene vetado el paté de hígado. El motivo es por la forma de obtenerlo, ya que el trato con el ganado es abusivo: las aves son alimentadas a la fuerza mediante tubos que agrandan su hígado hasta diez veces más de lo normal. Italia, Dinamarca, Polonia, Finlandia o Israel se han unido en su rechazo a este producto.
Salmón de piscifactoría
El salmón criado en piscifactorías está prohibido en Australia y Nueva Zelanda, dos países comprometidos en la lucha contra la contaminación que generan estas granjas en el medioambiente. Para diferenciar el salmón salvaje del criado en piscifactorías, debemos observar su color. Si tiene un tono grisáceo, es un salmón de piscifactoría; si por el contrario es anaranjado, es salvaje.
Caviar beluga
El caviar beluga es un alimento muy valorado en la alta cocina, siendo Estados Unidos el consumidor del 60% de las exportaciones mundiales. Sin embargo, en 2005 el Servicio de Pesca y Fauna prohibió su importación para evitar la sobreexplotación pesquera y la pesca furtiva. El caviar beluga puede costar más de 1.000 euros por solo 200 gramos.
Semillas de amapola
La Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea ya ha evaluado en más de una ocasión las seguridad de las semillas de amapola, a causa de los alcaloides de opio que contienen sus semillas. Singapur las ha prohibido al considerarlas una droga, al igual que Arabia Saudí, aunque Riad lo hizo por motivos religiosos.
Lubina
Aunque pueda parecernos extraño, es difícil encontrar en Gran Bretaña una pieza de lubina en las pescaderías. El Gobierno tomó esta medida a raíz de la alarmante reducción de la población de este pez, a pesar de los múltiples beneficios que aporta para la salud. Junto con el bacalao o la pescadilla, la lubina es uno de los pescados blancos más magros, es rico en vitaminas y minerales y ayuda al sistema nervioso y al transporte de oxígeno a los pulmones.