Qué alimentos tienen arsénico inorgánico, el componente relacionado con el cáncer de piel del que alerta la UE

La Comisión Europea ha decretado la reducción de los niveles de arsénico inorgánico en muchos alimentos

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Arroz blanco (Shutterstock)
Arroz blanco (Shutterstock)

El arsénico es un elemento natural presente en la corteza terrestre, y su presencia en el ambiente puede clasificarse en dos formas principales: orgánica e inorgánica. El arsénico inorgánico representa un desafío significativo para la salud pública debido a su elevada toxicidad. Se encuentra frecuentemente en el entorno natural, especialmente en agua subterránea, y puede contaminar el agua potable y algunos alimentos. A diferencia del arsénico orgánico, presente en pescados y mariscos, la forma inorgánica tiene un mayor potencial de causar daño a la salud humana cuando se ingiere durante periodos de tiempo prolongados.

La exposición al arsénico inorgánico se asocia con efectos adversos agudos y crónicos. A niveles altos, puede provocar síntomas de intoxicación como vómitos, dolores abdominales y diarrea; y en casos graves, conducir a la muerte. La exposición crónica, más sutil en sus síntomas iniciales, está asociada con un riesgo incrementado de desarrollar enfermedades cardiovasculares, enfermedades de la piel, y efectos neurotóxicos. Además, tiene claras implicaciones en el desarrollo de diabetes tipo 2 y alteraciones en el sistema inmunológico.

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Una de las preocupaciones más graves es el potencial carcinogénico del arsénico inorgánico. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), es clasificado como carcinógeno humano del Grupo 1, mostrando una asociación fuerte con varios tipos de cáncer, incluyendo los de piel, pulmón, vejiga y riñón. La exposición laboral también es relevante, pues los trabajadores de la minería son particularmente susceptibles.

Una mujer revisa su piel
Una mujer revisa su piel (Shutterstock)

Para mitigar los riesgos asociados con el arsénico inorgánico, varios países han establecido límites máximos permisibles en el agua potable y se han lanzado iniciativas para identificar y remediar las fuentes de contaminación. Además, se recomienda el monitoreo regular del agua potable y un control riguroso de la calidad de los alimentos, especialmente en regiones con alta presencia natural de arsénico. En marzo de 2023, la Unión Europea decretó la reducción de la concentración de arsénico inorgánico en muchos alimentos, como el arroz, alimentos para bebés, zumo de frutas y sal.

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La reducción de la exposición al arsénico inorgánico exige un abordaje multidisciplinario que incluya políticas de salud pública, educación a la población afectada y la implementación de tecnologías adecuadas para la purificación del agua. La prevención y la detección temprana son cruciales para proteger a las comunidades y reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con el arsénico.

¿Qué alimentos contienen arsénico inorgánico?

Los alimentos más susceptibles de contener arsénico inorgánico Además de en los lugares mencionados, se ha identificado arsénico inorgánico en cierto tipo de algas. Algunas investigaciones recientes resaltan la presencia de niveles elevados de esta variante inorgánica, especialmente en las algas hijiki. Además, más allá de los alimentos marinos, se considera que el arroz y sus derivados, así como los cereales y productos elaborados a partir de cereales, tienen un papel importante en la exposición dietética al arsénico. Aunque la ingesta a través del agua potable contribuye también a esta exposición, los niveles detectados suelen ser inferiores en Europa.

Cereales (Shutterstock)
Cereales (Shutterstock)

El arsénico orgánico también se encuentra en una amplia variedad de alimentos. Por ejemplo, es detectable en diversos animales marinos como los bivalvos, que incluyen almejas, ostras y mejillones, así como en crustáceos como cangrejos y langostas, sumado a algunos peces que habitan y se alimentan en las profundidades de aguas frías y algas marinas. Específicamente, en mariscos se encuentra en formas orgánicas como la arsenobetaina y arsenocolina, conocidas comúnmente como “arsénico de los peces”. Estas variantes orgánicas, por lo regular, no presentan toxicidad y son excretadas por el organismo humano aproximadamente 48 horas después de su ingestión.

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