El síndrome del ocaso o ‘sundowing’ es el estado de confusión, ansiedad e irritabilidad que padecen algunas personas mayores cuando llega la tarde y cae el sol. Afecta especialmente a los mayores que padecen demencia que, en torno al final de la tarde, se sienten confundidos, se vuelven agresivos o deambulen de un lado a otro. En algunos casos, pueden ver alucinaciones.
Este síndrome de empeoramiento vespertino lo causan las alteraciones cognitivas que trastornan el ritmo biológico, por lo que la persona mayor puede no reconocer si es hora de irse a dormir o despertarse. Los organismos de las personas con demencia o Alzheimer no tienen esa alerta natural de cuándo es el momento de descansar. Aunque no constituye una enfermedad en sí misma, se trata de un grupo de síntomas.
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Las personas regulamos nuestro sueño gracias a la melatonina, una hormona natural que segrega la glándula pineal durante la noche y que está notablemente disminuida en los pacientes con demencia. La producción de melatonina aumenta con la oscuridad, lo que ayuda a promover el sueño, y disminuye con la luz, favoreciendo el estado de alerta. Además de su rol en el sueño, la melatonina tiene propiedades antioxidantes y se ha estudiado por su posible implicación en diversas funciones biológicas, incluyendo la regulación del sistema inmunológico y la protección contra enfermedades neurodegenerativas.
Existen una serie de factores que pueden empeorar el síndrome del ocaso, como la fatiga, pasar el día en un lugar desconocido, poca iluminación o estar en un entorno donde hay más sombras, la interrupción del reloj biológico, dificultad para separar la realidad de los sueños, tener hambre o sed, las infecciones (como una afección de las vías urinarias), estar aburrido o dolorido.
Un medicamento con efectos adversos, malestar físico, depresión o distintas condiciones de salud podrían ser factores desencadenantes de este síndrome. Es recomendable consultar con un médico si se sospecha que una enfermedad latente, como una infección urinaria o la apnea obstructiva del sueño, pueda estar agravando los síntomas asociados al síndrome de empeoramiento vespertino, en especial si se manifiestan de repente.
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Consejos para prevenir el síndrome del ocaso
- Tener una rutina fija para irse a la cama, caminar, comer y realizar actividades
- Planificar actividades durante el día para impulsar el sueño a la noche
- Limitar las siestas durante el día
- Limitar el consumo de cafeína y azúcar, especialmente durante la tarde
- Encender una luz de noche para dar mayor sensación de seguridad a la persona con demencia
- Reducir los ruidos durante la noche que puedan ser estimulantes
- Reproducir música tranquila o ruidos relajantes de la naturaleza (como sonidos de olas) que les ayuden a conciliar el sueño
El ‘sundowing’ en personas con ansiedad o depresión
El síndrome del ocaso es un fenómeno que no solo afecta a personas mayores con demencia o Alzheimer, sino también a aquellos que experimentan ansiedad o depresión. Las pocas horas de luz durante otoño e invierno pueden también generarles estados de tristeza, ansiedad o irritabilidad. Además, suelen ser momentos con mayor ansiedad, ya que no suele haber tanta actividad como durante el día.