Lobito de Mar, el bar del exitoso chef malagueño Dani García, que ya ha conquistado ciudades como Marbella o Madrid y que, incluso, ha traspasado las fronteras llegando hasta Doha, ha abierto este año un nuevo local en la capital, concretamente el nuevo centro comercial LaFinca Grand Café.
Este restaurante, cuyo primer espacio vio la luz en 2017 en una ubicación emblemática en plena Milla de Oro de la Costa del Sol, aterrizó en Madrid en 2019 y, poco tiempo después, se convirtió en un enclave imprescindible para disfrutar del producto del mar Mediterráneo en la capital, debido a su propuesta gastronómica enfocada en el sabor del mar y a su gran influencia de la cocina marítima. Tres años después de esta primera apertura, Lobito de Mar abrió su primera sede fuera de España, llevando la esencia del concepto hasta la capital de Catar, con el propósito de transmitir la cocina del chef marbellí más allá de nuestras fronteras.
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Un paseo por el Mediterráneo en plena capital
Actualmente y tras varios años de éxito, el icónico restaurante ha inaugurado su segunda sede en Madrid con la apertura de Lobito de Mar en el centro comercial LaFinca Grand Café, un espacio único ubicado en Pozuelo de Alarcón, en un entorno residencial y cerca del Parque Empresarial de La Finca. Este restaurante, que solo tiene unos cuantos meses de vida, cuenta con una capacidad para 206 personas, y se encuentra dividido en distintos espacios para que los comensales puedan disfrutar de una experiencia gastronómica única que se adapta a cada ocasión.
La zona interior incluye una impresionante barra que invita a los comensales a compartir raciones deliciosas y a disfrutar de la propuesta gastronómica de manera más informal. Para disfrutar de la experiencia en un ambiente más relajado y cómodo, su salón principal es el espacio ideal. Por otro lado, su amplia zona al aire libre ofrece una variedad de ambientes que se adaptan a cada ocasión. El punto culminante de la experiencia en este nuevo enclave es su segunda terraza, que se destaca como un espacio único. Con dos mesas sumergidas en el lago que rodea el centro comercial, esta terraza añade un toque de magia a la experiencia.
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El diseño de interiorismo de este nuevo espacio está inspirado en el mar, en consonancia con la cocina que García ha ideado para el mismo. Así, los colores y texturas del Mediterráneo están presentes en cada rincón de Lobito de Mar, con una paleta de colores azules y patrones de rayas que inevitablemente nos recuerdan a las costas malagueñas. Las texturas craqueladas inspiradas en la sal, así como las esculturas que simulan el movimiento del agua, crean un ritmo dinámico que transporta a los comensales a un universo marítimo.
El sabor del mar en cada plato
Su propuesta gastronómica, centrada en ofrecer la frescura del mar que llega desde las mejores lonjas, presenta un abanico de sabores que se desvelan en una carta a base de mariscos, crustáceos, moluscos nacionales, frituras andaluzas o espetos.
En Lobito de Mar se puede disfrutar de dos zonas delimitadas, barra y mesa, y de dos cartas diferenciadas. Por un lado, en la barra, una oferta de tapeo informal para todos los gustos y bolsillos, con la opción de disfrutar de medias raciones de los platos más emblemáticos del chef, permitiendo saborear la propuesta de manera más relajada.
Por otro lado, en sus mesas, una oferta más formal a base de mariscos, los afamados espetos y los arroces andaluces con alma alicantina, con opciones como el arroz meloso de bogavante con trompetas de la muerte o el de costilla de cerdo ibérico y setas. Además, en sus mesas se puede disfrutar del mejor producto que ofrezca la lonja diaria, gracias a platos elaborados con la pesca del día. El atún rojo, en forma de crudos, tapas, guisos y atunes al grill, cuenta también con su hueco en esta carta mediterránea, un producto de categoría al que Dani García hace toda una oda.
Además de su menú a la carta, Lobito de Mar ofrece menús cerrados a sus comensales a través de diferentes experiencias. Se trata de tres selecciones de platos (Sea Experience, Ocean Experience y Greatest Hits Experience), pensados para compartir entre dos personas, que hacen un recorrido por los platos más representativos del chef. Los precios de estas experiencias van desde los 125 euros hasta los 140 euros para dos personas.
Un restaurante más en el ‘océano’ de Dani García
Dani García es uno de los chefs más célebres de la alta gastronomía española. Con tan solo 25 años, el cocinero de origen marbellí consiguió su primera estrella Michelin en el restaurante familiar en el que comenzó su trabajo como chef en Ronda. Desde ese momento hasta ahora, Dani García no ha parado de acumular éxitos, de abrir restaurantes y de crear conceptos.
Su trayectoria en la cocina comenzó en la Escuela de Hostelería de Málaga La Cónsula, donde el chef inició su formación. Esta continúa en 1996, cuando inició su carrera profesional de la mano de Martín Berasategui. Desde entonces, el chef ha conseguido triunfar en el mundo de la alta cocina, llegando incluso a obtener las ansiadas tres estrellas Michelin que tanto buscan los chefs internacionales.
Sin embargo, tras alcanzar el máximo reconocimiento de la guía francesa, el cocinero malagueño decidió comenzar de cero y apostar por la casualización de la alta cocina, un proyecto que ya triunfa en sus más de 20 restaurantes en seis países, entre ellos España, Estados Unidos, Reino Unido y Catar. Lobito de Mar es solo uno de ellos.
Marbella, ciudad que vio nacer a Dani García, es el epicentro de su imperio empresarial gastronómico, aunque tampoco queda atrás Madrid como ciudad clave para la industria hostelera en España. Ciudades como París, Dubái o Nueva York también se han convertido en sedes perfectas para exportar la cocina, con grandes raíces andaluzas, del chef malagueño.
Además de Lobito de Mar, el chef marbellí cuenta con restaurantes como BIBo, un local en el que la cocina, vinos y cócteles se mezclan entre lo local de Andalucía y los sabores internacionales; Leña, un restaurante ‘steakhouse’ en el que la cocina a la brasa es la protagonista; Smoked Room, un local clandestino en el que prima el humo y las brasas en un concepto de menú omasake; o Tragabuches, una taberna andaluza basada en cocina de mercado a un precio justo en Málaga.