Cómo hacer castañas al horno, una receta tradicional ideal para las tardes de otoño

Las castañas son una gran fuente de fibra, ricas en hidratos de carbono complejos y, además, cuentan con una cantidad de grasa muy inferior a la de otros frutos secos

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Castañas al horno, una receta otoñal (Studio Turkey)
Castañas al horno, una receta otoñal (Studio Turkey)

Las castañas son uno de los alimentos estrella de la temporada de otoño, además de uno de los frutos secos más ricos y sanos que existen. Pocos manjares hay más reconfortantes que las castañas asadas, una delicia muy consumida y adorada en prácticamente todos los rincones de España. En estas fechas, las calles de pueblos y ciudades se llenan de ese característico olor a castaña asada, gracias a puestos ambulantes que las preparan y asan al aire libre. Pero estos frutos secos también se pueden cocinar en casa.

Ya sea al horno, en sartén o incluso con la freidora de aire, las castañas asadas son un plato fácil de elaborar si conocemos los pasos necesarios para cocinarlas correctamente. El horno es un clásico, además de la opción más cómoda si queremos hacer grandes cantidades de este otoñal fruto seco.

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Estas castañas caseras son ideales para un postre o una merienda en familia, pero también son el ingrediente perfecto para cocinar todo tipo de platos, ya sean dulces como bizcochos o cremas de castañas, o salados como un risotto o un acompañamiento para carne. Si nos sobran, siempre las podemos guardar unos días en la nevera en un recipiente hermético y recalentarlas al horno o con un corto golpe de microondas. Este es el paso a paso para conseguir unas castañas perfectas con el horno de nuestra cocina.

Propiedades nutricionales y calorías de las castañas

Como la gran mayoría de sus familiares, la castaña es un alimento típicamente otoñal, por lo que esta es la época ideal para su consumo. La castaña es el fruto del castaño, árbol de hoja caduca ampliamente extendido hoy por gran parte del planeta, especialmente en el hemisferio norte. La castaña no es el fruto de este árbol, sino más bien la semilla de este. Los frutos del castaño se reconocen fácilmente por ser una especie de globo o cúpula cubierto de espinas. Es en su interior donde se pueden encontrar las castañas, también conocidas como aquenios.

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ARCHIVO -Las castañas se liberan en otoño de la cobertura que les da el fruto. Foto: Hauke-Christian Dittrich/dpa
ARCHIVO -Las castañas se liberan en otoño de la cobertura que les da el fruto. Foto: Hauke-Christian Dittrich/dpa

A pesar de que son un fruto seco, su composición se asemeja más a la de los cereales. Las castañas son una gran fuente de fibra y ricas en hidratos de carbono complejos, un compuesto que debe ser la fuente más importante de energía en nuestra dieta.

Además, la cantidad de grasa es bastante similar a la de los cereales y, por lo tanto, notablemente inferior a la que contienen el resto de los frutos secos. Gracias a estas propiedades y a que su contenido en agua es cercano al 50%, es uno de los frutos secos de menor contenido calórico: por 100 gramos de producto el aporte calórico es de unas 190 calorías. En cuanto a los minerales, las castañas son fuente de fósforo y potasio.

Receta de castañas al horno

Para cocinar nuestras castañas, comenzaremos encendiendo nuestro horno. Lo programaremos con calor arriba y abajo, con aire y colocando la bandeja en la parte más baja, con la temperatura de 200 °C. Dejaremos que se precaliente durante uno 10 minutos. Mientras tanto, debemos comprobar que las castañas no tengan daños y lavarlas bien con agua, escurriéndolas suavemente.

Antes de meterlas al horno, haremos un corte profundo a cada una de ellas, por la parte de la punta. Este paso nos permite ver si la castaña está en buenas condiciones y, además, asegura que estos frutos secos se cocinen por completo en su interior y que no exploten en nuestro horno.

A continuación, colocaremos las castañas en una bandeja con papel vegetal, o incluso sin papel porque no ensucian mucho, en una sola capa, sin que se amontonen. El tiempo de cocción variará por el tipo de castaña y su tamaño. Sean como sean, a partir de 15 minutos podemos probar una, y procurar no pasarnos de los 20 minutos en total, pues correremos el riesgo de que salgan demasiado duras. Para una castaña media y con un punto de humedad normal, con 10 minutos, por un lado, y otros 10 minutos dándoles la vuelta es suficiente.

Pasados los 20 minutos, sacamos las castañas del horno con cuidado de no quemarnos y las colocamos en el interior de un paño, de manera que se mantengan calientes durante más tiempo. Una vez hayan enfriado ligeramente, pero sigan calientes, podemos pelarlas con cuidado. Si se han enfriado de más, podemos aprovechar el calor residual del horno ya apagado para calentarlas un poco mientras las vamos pelando.

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