La infusión de jengibre, una de las bebidas más sanas: cómo hacerla, propiedades y beneficios

El jengibre, una especia versátil y llena de beneficios para la salud, es perfecta para comenzar el día con una infusión hidratante y digestiva

(Getty Images)

Las infusiones son bebidas basadas en agua caliente a las que se añaden flores, brotes, tallos u hojas, para, a continuación, dejarlas reposar tapadas y poder así obtener su máximo sabor sin que pierdan sus propiedades. Esta bebida es maravillosa a cualquier hora del día, especialmente si nos apetece tomar algo caliente que no nos haga sentir hinchados ni nos llene demasiado. Las posibilidades a la hora de hacer una infusión son muchísimas, y podemos aprovecharlas para incluir en nuestra dieta ingredientes beneficiosos para nuestro organismo que nos ayuden a sentirnos mejor.

El jengibre es una de estas opciones, una raíz asiática muy utilizada como condimento para dar sabor a los alimentos, además de una hierba que se ha utilizado durante miles de años con objetivos medicinales para tratar diversas dolencias. Amelia Platón es una de las nutricionistas que recomienda la ingesta de este producto, especialmente en formato infusión para romper el ayuno a primera hora de la mañana. “Se trata de un antiinflamatorio natural, mejora el dolor de cabeza y muscular, así como enfermedades respiratorias como la tos, el asma y la bronquitis”, asegura la farmacéutica en su libro Amelicious Delicious (2023).

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Una raíz con “propiedades medicinales”

“Es una raíz con muchas propiedades medicinales; actúa como antioxidante y ayuda a reforzar el sistema inmune”, afirma Amelia Platón al hablar del jengibre, que clasifica como “superfood” (‘Superalimento’). Según el Ministerio de Agricultura, el jengibre “contiene potasio, calcio, hierro, sodio y fósforo, fibra, ácido ascórbico y en menor cantidad vitamina A, tiamina, niacina y riboflavina. Se utiliza como estimulante de la circulación sanguínea, para enfermedades musculares, respiratorias y reumáticas, trastornos digestivos, antimareo, analgésico, antiinflamatorio (reumatismo), protege de úlceras, antioxidante, etc.”. No es de extrañar que se haya considerado, en muchas culturas, la “medicina universal”.

Las investigaciones alrededor de esta raíz explican que el jengibre y sus componentes se acumulan en el tracto gastrointestinal, lo que respalda las numerosas observaciones sobre la eficacia del jengibre como agente contra las náuseas. Es por ello que uno de los usos más comunes de esta raíz es aliviar los vómitos y las náuseas asociados al embarazo, la quimioterapia y otras dolencias.

El jengibre presenta, además, propiedades farmacológicas importantes como antioxidante, antiemético, antiviral y antiinflamatorio, lo que lo convierte en un ingrediente útil para combatir los dolores articulares y otros como el producido por las migrañas. Se encuentra, además, entre los componentes que pueden ayudarnos a dar soporte a la respuesta inmunitaria, junto con otros condimentos y hierbas como el orégano, el ajo, el romero o la cúrcuma.

Infusión de jengibre (iStock)

¿A qué hora del día es mejor tomar la infusión de jengibre?

Aunque cualquier momento del día es bueno para disfrutar de una infusión como esta, hay tiempos específicos en los que sus propiedades pueden ayudarnos aún más. Podemos beber una infusión de jengibre por la noche para ayudar a conciliar el sueño, especialmente después de una cena pesada o si nos cuesta dormir debido a problemas digestivos. Otro momento recomendado para tomarla es nada más levantarnos, en ayunas, para facilitar de esta manera la posterior ingesta de alimentos. Entre los beneficios que puede tener consumir una infusión de jengibre cuando nos despertamos se encuentran también el hidratar el organismo por la mañana, ayudar al tránsito intestinal, estimulando la evacuación, facilitar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.

Cómo hacer una infusión de jengibre

Para hacer esta infusión, lo mejor es usar jengibre fresco, aunque si no tenemos a mano, podemos usar una cucharadita de jengibre en polvo. En ese caso, no hará falta cocer el agua durante 10 minutos; solo hará falta verter agua caliente sobre él y dejar infusionar unos momentos. Esta infusión necesita de algún endulzante para equilibrar el sabor ácido y el picante del jengibre, algo para lo que puedes utilizar sirope de agave, miel o azúcar.

Además, para elaborar esta infusión, la nutricionista Amelia Platón añade limón, un ingrediente que puede beneficiarnos, especialmente si sufrimos resfriados o gripes. El efecto antiinflamatorio del jengibre puede ayudar a abrir nuestras vías respiratorias, mientras que el limón, por la vitamina C que contiene, también se recomienda en procesos gripales y catarrales. Aunque no tienen poder curativo, estas infusiones pueden ayudar a aliviar los síntomas.

Tiempo de elaboración: 5 minutos

Raciones: 1 persona

Ingredientes:

  • 1 vaso de agua mineral
  • Zumo de limón
  • Canela
  • Jengibre

Elaboración:

  1. Ponemos a hervir 1 vaso de agua mineral.
  2. Podemos pelar el jengibre con una cucharilla, raspando sin ejercer demasiada presión. Después, cortamos el jengibre en dos finas rodajas y las añadimos al cazo con el agua.
  3. Dejamos que hierva unos 10 minutos a fuego muy lento.
  4. Pasado este tiempo, apagamos el fuego y añadimos un poco de zumo de limón recién exprimido y una pizca de canela. Podemos añadir una cucharada de miel de forma opcional.

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