El error que cometes en tus fiestas con amigos y que hace que la pizza sea un alimento peligroso, según un experto

La pizza es un alimento que destaca por su inmediatez y por lo sencillo que es prepararla, además de por su delicioso sabor. Es por ello que este plato de origen italiano es un básico en las reuniones entre amigos y festividades familiares. Especialmente lo son aquellas pizzas congeladas o refrigeradas que solo necesitan unos minutos de horno para prepararse. ¿Quién no ha estado en esta situación? Una pizza preparada, unos amigos alrededor, unas cervezas o refrescos... Sin embargo, en contextos como estos, hay algunas cuestiones de seguridad alimentaria que a muchos pueden pasársenos por alto.

Esto es lo que explica a través de su cuenta de TikTok el tecnólogo de alimentos y divulgador científico Mario Sánchez. Como él mismo explica en su página web, la seguridad alimentaria en la que él mismo se especializa es “aquella rama de la alimentación encargada de asegurar que los alimentos que adquirimos en el supermercado no nos provoquen intoxicaciones alimentarias”. Precisamente este acto, el de poner una pizza sobre su propio envase, supone un peligro de este tipo.

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El tecnólogo de alimentos ha querido llamar la atención sobre el acto tan común y perezoso de colocar la pizza en su propio envase una vez la sacamos del horno. Así, nos ahorramos sacar un plato del armario y ensuciarlo. Esta parece una práctica de lo más inocente, pero puede ser mucho más nociva de lo que la gente suele pensar.“Es uno de los errores de seguridad alimentaria más típicos”, comienza explicando Mario Sánchez. Él mismo reconoce haber seguido esta técnica en algunas ocasiones, en reuniones familiares o entre amigos, en los que la pereza gana a la lógica a la hora de servir este plato precocinado.

Sin embargo, cuando decidimos prescindir de un plato y utiliza el propio envase de la pizza para llevarla a la mesa, el experto avisa de que “estamos provocando un contacto con el plástico, que no está preparado para aguantar ese calor residual”. Cuando la pizza caliente, casi ardiendo y recién salida del horno, se coloca sobre este envase, en muchas ocasiones este plástico se deforma, pues el calor derrite su estructura. “Cuando se produce esa deformación del plástico, estamos provocando que se traspasen partículas potencialmente peligrosas hacia el alimento”, explica Sánchez.

“No lo hagas en casa, convence a tus amigos de una vez, no lo hagáis ya, por favor, parad ya”, insiste Sánchez al final del vídeo, para enfatizar la importancia de esta cuestión. Este video surge de la respuesta del propio tecnólogo a un tuit que se ha convertido en un fenómeno viral en la red social de Elon Musk. En él, un usuario comenta, entre risas: “¿Vosotros también os coméis la pizza en su base de plástico para ahorraros fregar un plato?” Ante esto, el experto ha querido avisar sobre los posibles peligros de esta decisión, difundiendo su consejo. “Lo que se tiene que derretir es el queso, no el plástico”, respondía Mario Sánchez.

Aunque algunos han decidido responder a estas recomendaciones con humor (”El saborcito a plástico derretido es el secreto de la receta”, afirmaba un usuario), otros han dado sus propios consejos para evitar correr este peligro sin necesidad de sumar platos a la pila del fregadero. “Yo pongo papel entre la pizza y el plástico para que la base se mantenga crujiente”, reconocía un usuario a través de TikTok, dándonos una idea que puede servir como método para evitar que las partículas del plástico lleguen a nuestra pizza.

Pero, ¿ocurre esto con todos los tipos de plástico? ¿Puede causarnos un problema calentar, por ejemplo, un táper en el microondas? Mario Sánchez explica a Infobae España que no todos los plásticos son iguales. “Plásticos hay de muchos tipos pero no todos son aptos para estar en contacto con el calor”, explica el experto. El de la pizza es un plástico “hecho para almacenar el alimento en frío, para conservarlo en el supermercado adecuadamente, pero no para entrar en contacto con el calor”.

No obstante, sí hay determinados contenedores de plástico preparados para estos usos. “Para entrar en contacto con calor hay materiales más resistentes que incluso podemos meter al microondas”, aclara Sánchez. “Si queremos usar alguno para microondas o para calentar, tenemos que vigilar siempre que tenga los símbolos que suelen llevar los tuppers que indican que son aptos”, concluye el tecnólogo de alimentos.

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