El cava puede mejorar su calidad y su sabor gracias a adaptarse al cambio climático, según un estudio del CSIC

Los investigadores han estudiado diferentes técnicas de cultivo en un viñedo de Requena, capaces de adaptar la producción a las altas temperaturas

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El cava podría adaptarse a las consecuencias del cambio climático (Wikimedia Commmons)
El cava podría adaptarse a las consecuencias del cambio climático (Wikimedia Commmons)

A pesar de las lluvias de las últimas jornadas, la sequía generalizada que España ha sufrido en los últimos meses es una cuestión que aún preocupa a los agricultores. Especialmente porque, según los expertos, la situación continuará siendo cada vez más grave, con veranos cada vez más largos y cálidos. Los encargados de cultivos denuncian dificultades para abastecerse de agua y temen la llegada del verano, cuando la producción puede ser todavía más baja. Ante esta situación, científicos y expertos en agricultura de todo el mundo han comenzado a estudiar maneras de adaptar los cultivos a la nueva situación, una forma de salvaguardar productos como el aceite, los cereales, las hortalizas o el vino.

Entre estas investigaciones se encuentra la llevada a cabo por el CSIC, un estudio que ha descubierto que existen diversas técnicas que permitirán que el cultivo de la uva para cava se adapte al cambio climático, sobreviviendo así a la sequía y el aumento de las temperaturas. Pero, además, los investigadores han concluido que estas técnicas van a ser capaces de mejorar el perfil aromático, el sabor y la calidad de esta bebida alcohólica.

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Así lo afirma un estudio publicado en la revista Frontiers in Plant Science y llevado a cabo por el Centro de Investigaciones sobre Desertificación, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat de València y la Generalitat Valenciana. Para elaborar esta investigación, el centro ha estudiado diferentes técnicas de cultivo en un viñedo de Requena (Valencia), aplicando métodos como el sombreado de las cepas, el forzado de yemas, la poda tardía o el acolchado.

Según la investigación, el aumento de las temperaturas que ha tenido lugar durante los últimos 20 años ha adelantado la fecha de vendimia en la región mediterránea en seis días de media, alterando de forma significativa la composición de los mostos. Estos preocupantes cambios podría alterar la tipicidad de sus vinos y concretamente la del cava, comprometiendo la competitividad del sector.

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Viñedos en Requena (D.O. Utiel-Requena)
Viñedos en Requena (D.O. Utiel-Requena)

Debido a la pérdida de calidad del vino consecuencia de la subida de las temperaturas, los investigadores del CIDE decidieron evaluar la eficacia agronómica de estas diversas técnicas de cultivo y han descubierto, entre otros resultados, que el forzado de yemas mejoró la composición de la uva, con una mayor relación alcohol-acidez y un menor grado de esta última. Es decir, gracias a esta técnica, que consiste en una poda severa después de la floración del viñedo, el pH del vino puede llegar a disminuir, consiguiendo una mejor estructura y perfil aromático.

Según Diego S. Intrigliolo, científico del CSIC en el CIDE, “los resultados han demostrado que mediante las técnicas agronómicas es posible modificar la composición de la uva e influir notablemente sobre la calidad de los vinos base para la posterior elaboración del cava”.

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