A medida que se acerca el invierno, tendemos a atribuir un conjunto de síntomas a un resfriado: secreción nasal, tos, dolor de garganta, dolores corporales, fatiga, etc. Sin embargo, hay otras causas de algunas de estas dolencias.
Los ojos con comezón y los estornudos pueden sugerir que tenemos alergia. El dolor de garganta y la ronquera pueden sugerir otra afección: reflujo de la vía aérea.
Espera, dices, el reflujo causa acidez estomacal. Tienes razón. La acidez se produce cuando el contenido ácido del estómago escapa hacia el esófago, el tubo que transporta la comida tragada a tu estómago. Cuando la acided estomacal es frecuente o grave, se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE. El culpable es el músculo guardián entre el estómago y el esófago, que no se cierra correctamente.
Sin embargo, esos contenidos ácidos pueden llegar más arriba, hasta la garganta. Si frecuentemente estás ronco, si tienes que aclarar constantemente la garganta o si notas que tu tos es más molesta después de comer o cuando estás acostado, puedes tener reflujo de la vía aérea. Otros síntomas son una sensación de nudo en la garganta y despertarse por la noche sin aire.
La condición tiene otros nombres: reflujo silencioso o atípico (porque puede ocurrir sin acidez estomacal); reflujo laringofaríngeo o LPR; reflujo supraesofágico; y reflujo respiratorio (llamado así porque afecta a las vías respiratorias y puede confundirse con una enfermedad respiratoria).
¿Cómo puedes tener reflujo de las vías respiratorias sin acidez estomacal?
El esófago tiene un revestimiento protector, por lo que el reflujo de ácido puede sentirse allí, según Kevin Tse, un alergólogo de San Diego. "Por el contrario, la vía aérea superior no tiene un revestimiento protector, por lo que incluso un rápido chorro de ácido puede irritar las cuerdas vocales y la garganta", comenta.
Jamie Koufman, fundador del Instituto de la Voz de Nueva York, afirma que el reflujo de las vías respiratorias, a menudo, se confunde con problemas sinusales o alergias. Las personas que tienen moco en la garganta generalmente lo llaman goteo postnasal, lo que sugiere que la fuente está arriba, en la nariz, y en las vías respiratorias superiores.
Koufman dice que el reflujo de las vías respiratorias es mucho más común de lo que la gente y muchos médicos piensan. Sin embargo, no hay números de prevalencias disponibles.
Tse dice que ve a muchos pacientes con alergias y reflujo de las vías respiratorias.
"Primero tratamos de diagnosticar cualquier asma o alergia y los tratamos. Lo que queda, en términos de síntomas, bien podría ser LPR si, por ejemplo, los tratamientos para la alergia no funcionan o los síntomas persisten después de que cambien las estaciones", argumenta.
Koufman ha desarrollado un cuestionario para distinguir las alergias del reflujo. Los signos distintivos de que tienes alergia incluyen ataques de estornudos, picazón en los ojos, sensibilidad a los humos y estacionalidad de los síntomas.
Una vez que se consideran los síntomas, los médicos pueden hacer un examen visual de la garganta y controlar el pH de la garganta.
Si crees que puedes tener un reflujo de las vías respiratorias, ¿qué debes hacer? Puedes hablar sobre tus síntomas con tu médico de atención primaria o probar algunos cambios en tu estilo de vida (por cierto, luego de escuchar mi voz ronca, dos doctores con los que hablé por teléfono me sugirieron que podría tener esa afección).
Mantenerse erguido después de las comida ayuda a mantener los jugos gástricos en el lugar al que pertenecen. En particular, no comas nada dentro de las dos o tres horas antes de acostarte. "La forma más común de (provocar) el reflujo es acostarse", comenta Tse.
Lo que comes es tan crucial como cuando comes, añade. "La dieta es lo más importante que puedes hacer. Comer en exceso, alimentos altos en grasa, comer tarde, refrescos, cafeína y alcohol…", subraya.
Para los pacientes con una situación de reflujo mucho más grave, Koufman recomienda una dieta estricta de dos semanas que evite los alimentos ácidos como los pimientos y las cebollas, los jugos cítricos, los alimentos fritos, las carnes asadas y el chocolate. Ella ha publicado una serie de libros que recomiendan una dieta baja en ácido para el reflujo. Un estudio de 2017 informó que un enfoque dietético era tan bueno como el tratamiento con medicamentos conocidos como inhibidores de la bomba de protones o IBP.
Dormir en una pendiente puede ayudar. Puedes levantar la cabecera de tu cama o dormir sobre una almohada en forma de cuña.
Los investigadores del Cleveland Clinic Voice Center probaron una almohada personalizada en pacientes con reflujo de las vías respiratorias. El dispositivo ayuda a las personas a dormir con el cuerpo apoyado en un ángulo de 30 grados y los mantiene en su lado izquierdo, aprovechando la curva natural del estómago para mantener alejado su contenido del esófago. La almohada está disponible por unos USD 200.
"Es un tratamiento de bajo riesgo para GERD. Queríamos probarlo en LPR", asegura William Tierney, un residente de otorrinolaringología de la Clínica de Cleveland.
Se realizó un pequeño estudio en el que participaron 27 pacientes cuyos síntomas de reflujo de las vías respiratorias eran de moderados a graves. Los síntomas disminuyeron después de dos semanas y disminuyeron aún más después de cuatro semanas. "Solo una persona no mejoró en absoluto", remarca Tierney.
"Si manejas tu noche, estarás mejor", comenta Paul Bryson, director del Centro de voz de la clínica de Cleveland.
Los medicamentos reductores de ácido pueden ayudar, al igual que lo hacen con la ERGE. Tse y Koufman recomiendan comenzar con bloqueadores H2, como Pepcid AC y Zantac, antes de probar otros como Nexium y Prilosec. Se han planteado algunas preocupaciones sobre el potencial de efectos secundarios con el uso a largo plazo de los PPI. Además, estos medicamentos son más caros que los bloqueadores H2, ya sean recetados o de venta libre.
Todos estos medicamentos están disponibles sin receta médica, aunque los especialistas con los que hablé recomiendan contar con la supervisión de un médico.
Ten en cuenta que tanto la almohada como la intervención dietética pueden requerir semanas para mostrar resultados y las respuestas a los medicamentos, a menudo, se observan durante meses. La idea es que al evitar que el reflujo ácido llegue a la garganta, con el tiempo, permite que los tejidos sensibles de la garganta se recuperen.