Para responder a la pregunta acera de si hace bien dormir la siesta, primero hay que hablar de la función que tiene dormir para nuestro organismo, principalmente, para nuestro cerebro.
Es importante destacar el lugar fundamental que tiene el sueño como pilar de la buena salud y calidad de vida. Su presencia favorece una mejor toma de decisiones y una comprensión más consciente y comprometida tanto en el ámbito privado e individual como en el colectivo o social. La siesta puede llegar a hacer muy bien, pero también depende del tiempo que se tome. Si le dedica mucho tiempo, la persona se va a sentir posiblemente muy pesada. Pero si la hace muy corta tampoco va a poder descansar. Como tampoco va a descansar si no la hace y estaba necesitando esa relajación. Entonces, lo que se aconseja es una siesta de aproximadamente 20 o 30 minutos.
Según las estadísticas, el 64% de los argentinos padece trastornos del sueño. Esa mala calidad del descanso nocturno se traduce en somnolencia diurna y aumento del riesgo de desarrollar otros problemas de salud.
Pasamos hasta un tercio de nuestras vidas durmiendo. Esto demuestra que dormir es una necesidad humana básica, al igual que comer y beber, aunque muchas personas desconocen que resulta crucial para su salud y bienestar.
Los problemas del sueño son afecciones que alteran los patrones normales de descanso. Existen más de 80 trastornos, entre ellos, los más comunes son:
- Insomnio: dificultad para quedarse dormido y mantenerse despierto. Es el trastorno del sueño más común.
- Apnea del sueño: trastorno en el cual la respiración se detiene por 10 segundos o más mientras duerme.
- Síndrome de piernas inquietas: sensación de hormigueo o punzadas en las piernas que se combinan con una fuerte necesidad de moverlas.
- Hipersomnia: no poder mantenerse despierto durante el día. Incluye la narcolepsia, que causa una extrema somnolencia diurna.
- Trastornos del ritmo circadiano: problemas con el ciclo vigilia-sueño que dificultan quedarse dormido y despertarse cuando corresponde.
Según la Sociedad Mundial del Sueño, algunas de las consecuencias de dormir mal son:
-Mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. El sueño, como el ejercicio y la alimentación, es esencial para la regulación metabólica que impacta en la regulación del peso corporal. De hecho se ha comprobado que dormir mal, engorda.
-Mayor riesgo de hipertensión, ACV y cardiopatías. Las personas que tienen interrupciones persistentes de la función respiratoria durante el sueño presentan un cuadro llamado apnea del sueño: trastorno más común en los hombres que provoca una falta de oxigenación debido a la interrupción de la respiración; situación que aumenta el riesgo de problemas vasculares.
-Más somnolencia y accidentes. Peor rendimiento laboral y académico, menos atención, memoria y aprendizaje. Las personas que padecen insomnio crónico o despertares nocturnos tienen una calidad de vida empobrecida. Además, la falta de sueño reparador está relacionada con afecciones psicológicas como la depresión y la ansiedad.
Una mejor comprensión de las condiciones de sueño “saludable” puede ser útil para detectar en forma personal la presencia de algún problema y favorecer la consulta médica.
Y, cuando pasa que descansamos mal de noche, la siesta se vuelve algo fundamental. Pero es importante destacar que la misma no debe ser ni demasiado larga, ni demasiado corta. Alrededor de 20 o 30 minutos es el tiempo ideal para dedicarle a la siesta de la tarde. Y la misma debe ser también de calidad.
Los tres elementos del sueño de buena calidad son:
1. Duración del sueño: el tiempo debe ser suficiente para que el durmiente descanse y esté alerta al día siguiente.
2. Continuidad: los períodos de sueño deben ser continuos, sin fragmentación.
3. Profundidad: el sueño debe ser lo suficientemente profundo como para ser reparador.
¿Su descanso nocturno cumple con estos tres elementos?
Si todavía tiene dudas, responda “SI” o “NO” a las siguientes afirmaciones elaboradas por el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos.
- Tarda regularmente más de 30 minutos cada noche para quedarse dormido.
- Se despierta varias veces cada noche y luego tiene problemas para volver a dormir o se despierta demasiado temprano en la mañana.
- A menudo se siente somnoliento durante el día, toma siestas frecuentes o se duerme en los momentos equivocados durante el día.
- Su compañero de cama dice que cuando duerme ronca fuerte, resopla, jadea, hace ruidos de ahogo o deja de respirar por períodos cortos.
- Tiene sensación de pinchadas, hormigueo o de que algo se arrastra o trepa por sus piernas o brazos que se alivia al moverlos o masajearlos, especialmente por la noche y cuando trata de quedarse dormido.
- Su compañero de cama nota que sus piernas o brazos se sacuden con frecuencia durante el sueño.
Si la mayoría de las respuestas es afirmativa, consulte con su médico.
Para ayudar a mejorar la calidad de su sueño y el bienestar en general, la Asociación Mundial del Sueño creó los 10 mandamientos de higiene del sueño para adultos:
1. Establezca un horario regular para acostarse y despertarse.
2. Si tiene la costumbre de tomar siestas, no exceda los 45 minutos de sueño durante el día.
3. Evite la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse y no fume.
4. Evite la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té, gaseosas oscuras y chocolate.
5. Evite los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Una colación liviana antes de acostarse es aceptable.
6. Haga ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
7. Use ropa de cama cómoda y acogedora.
8. Busque una temperatura de sueño cómoda y mantenga la habitación bien ventilada.
9. Bloquee todo el ruido que distraiga y elimine la mayor cantidad de luz posible (¡eso incluye la que emiten los artefactos electrónicos!).
10. Reserve su cama para dormir y tener relaciones sexuales, evitando su uso para el trabajo o la recreación general.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
Realización: Thomas Khazki / edición de video: Sofía Boutigue / Producció: Macarena Sánchez
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