La buena alimentación es fundamental y no se debe jugar con ella. Si la alimentación no es la correcta, la salud puede llegar a correr riesgo y las enfermedades a corto o largo plazo pueden aparecer. El alimento proporciona el combustible necesario para que el cuerpo pueda funcionar correctamente dependiendo de cuales sean las tareas a realizar.
Pero en la alimentación hay mitos y realidades. "Los riesgos alimentarios pasan por estudios científicos relacionados con los ingredientes, con los aditivos, con las sustancias químicas que están presentes en los alimentos a través de los procesos alimentarios a través de la elaboración del alimento, ya sea en el hogar, en la industria, en el restaurante o en un comedor escolar. En todos los casos puede haber un riesgo debido a los peligros que pueden estar presentes en el alimento y a la exposición que la gente y el consumidor tenga a ese tipo de peligro", explicó el médico químico toxicológico, Fernando Cardini.
Muchas veces aunque no nos demos cuenta, hasta algo tan básico como el agua puede ser un factor de riesgo y estar contaminada. "En ese caso, la exposición excesiva a ese tipo de peligro hace que el riesgo aumente y tiene dos variables. Si el peligro está y no me expongo a ese alimento, el riesgo es cero y si por el contrario me expongo a un alimento que no tiene ningún peligro, también el riesgo sigue siendo cero", prosiguió el experto.
La seguridad alimentaria permite observar, medir e interpretar las diferentes sustancias que son posibles peligros en la alimentación.
En el caso del organismo, no tiene que producir ninguna sustancia adversa y un efecto adverso sería un daño que se produzca cuando se ingiera el alimento, a corto plazo, días u horas después y que tampoco le dé un riesgo. Por ejemplo, a largo plazo, puede ser también varios años después por consumir alimentos acumulando el peligro y ha causado una enfermedad en el individuo.
Otro riesgo nace por los residuos de los malos procesos, un proceso inadecuado o una mala cocción, que puede dar apariciones a ciertas sustancias que también pueden ser estudiadas.
Por último, el químico toxicólogo detalló que "los estudios epidemiológicos y los estudios toxicológicos dicen qué es riesgoso y qué no; qué es seguro y qué no es seguro, y por eso la OMS y la FAO bajan línea en cuanto a qué estudiar y ahí se estudia los aditivos alimentarios, los agroquímicos, los residuos y a su vez también bajan línea con los límites tolerables de cada uno de los ingredientes, inclusive de los macronutrientes como pueden ser la sal y el azúcar".
Riesgos alimentarios
– Malas conductas alimentarias: por ejemplo, poner mucha sal.
– Manipulación inadecuada: la cadena de frío, la cocción, inadecuada, la contaminación cruzada.
– Sustancias tóxicas acrilamida -dioxinas: pueden venir del mal procesamiento, por ejemplo los que dicen que hay que agregarle a la carne sal gruesa para que sea más rica. Esto es una falacia muy grande y es un riesgo muy alto porque el cloruro de sodio con el humo de las brasas produce halogenuros que son toxinas cancerígenas.
– Microorganismos patógenos: son una de las grandes causas de enfermedades de alimentos como el botulismo.
El objetivo de Stamboulian Talks es transmitir a través de exposiciones atractivas y sintéticas aspectos interesantes, importantes o novedosos en temas sanitarios. La meta es que cada presentación sirva de disparador para que la audiencia se sienta motivada a profundizar, indagar, crear conciencia o pasar a la acción en relación a los temas presentados.
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