Cada casa tiene sus propias reglas con respecto a las mascotas: están los que tienen animales como mera compañía, y los fanáticos que tratan a sus mascotas como si fueran un hijo más.
Más allá de eso, el cuidado hacia un animal doméstico siempre depende de factores como la raza y el tamaño, pero siempre hay lugar para el debate en torno a los límites y "permisos"que reciben estos compañeros incondicionales.
Existen dos grupos: por un lado, los que están a favor de dormir con las mascotas en su cuarto y hasta en su propia cama; y, por el otro, los que creen que es importante que el animal tenga su propio lugar y no "invada" los espacios del dueño.
El tema -e incluso la división de aguas- llegó hasta la ciencia: la unidad dedicada al estudio del sueño de la Clínica Mayo de Arizona, llevó adelante un estudio en el que se buscó echar luz sobre los pros y contras de compartir la cama con una (o varias) mascotas.
El estudio reveló que el 56% de los encuestados compartía la cama o al menos el dormitorio con su perro o gato.
Si bien uno de cada cinco individuos encuestados se quejó de los ruidos o molestias que le provocaba el animal durante la noche, sostuvieron que este era un precio pequeño a pagar ante los beneficios que traía.
A su vez, el 41% de los participantes que duermen con mascotas señaló que esto los hace sentir más relajados y seguros por la noche.
Asi, los investigadores de la Clínica Mayo concluyeron en que las sensaciones positivas que tienen las personas al dormir con sus animales se deben no solo a la seguridad que otorga la mascota, sino también a la importancia que le daban a su perro o gato dentro de su familia, aprovechando la noche para pasar más tiempo con ellos.
Estos resultados se extienden a todos los tamaños y razas: desde voluminosos ovejeros alemanes a pequeños caniches toy. Debate abierto.