Steve Jobs, el visionario detrás de Apple, fue conocido por su genio tecnológico y sus particulares hábitos alimenticios. Su dieta estaba profundamente entrelazada con su filosofía de vida, marcada por la simplicidad, el minimalismo y un enfoque casi obsesivo por la pureza de los alimentos.
Uno de los alimentos más emblemáticos en la dieta de Jobs fue la manzana, porque la comía con frecuencia y además este fruto también inspiró el nombre de su empresa. Según Steel Suplements, Jobs veía la manzana como un símbolo de simplicidad y diversión, características que quería reflejar en su compañía. A lo largo de su vida, las manzanas fueron una constante en su alimentación, ya sea como parte de su desayuno o como un refrigerio durante el día.
Además de las manzanas, otro alimento que ocupaba un lugar especial en su dieta eran las zanahorias. Jobs valoraba este vegetal por sus propiedades saciantes y su valor nutricional. En ciertos periodos, su dieta se limitaba prácticamente a zanahorias y manzanas, lo que incluso provocó que su piel adoptara un tono anaranjado.
Un enfoque minimalista: frutas y verduras
La dieta de Jobs se caracterizaba por su extrema sencillez. En lugar de optar por comidas elaboradas, prefería consumir alimentos en su estado más natural posible. Además de manzanas y zanahorias, su alimentación diaria incluía una variedad de frutas y verduras frescas, muchas de las cuales provenían de su propio jardín. Jobs también era un gran aficionado a los jugos naturales, especialmente al jugo de zanahoria, que consumía en grandes cantidades.
Durante el desayuno, por ejemplo, disfrutaba de frutos secos. Esta misma preferencia por lo simple y natural se extendía al almuerzo y la cena, donde solía consumir ensaladas de verduras crudas, frutas y ocasionalmente algo de pasta con vegetales. Según Pinkvilla, evitaba las comidas pesadas o procesadas y buscaba siempre alimentos que consideraba beneficiosos para su salud.
A lo largo de su vida, Jobs mantuvo una figura esbelta y una energía inusualmente alta, lo que le permitía manejar la intensa carga de trabajo en Apple. Sin embargo, su estricta dieta y los ayunos prolongados tuvieron un costo. Según CNBC, Ashton Kutcher, quien interpretó a Jobs en la película biográfica de 2013, intentó seguir la misma dieta y terminó en el hospital con pancreatitis. Este incidente subraya los peligros potenciales de una dieta tan restrictiva.
El escritor Walter Isaacson contó en su biografía sobre Steve Jobs que este exitoso empresario creía en el poder de la mente y en el “pensamiento mágico” para curarse de su enfermedad, lo que lo llevó a rechazar inicialmente los tratamientos médicos convencionales en favor de su dieta. A pesar de los consejos de los médicos para incluir más proteínas y variar su alimentación, Jobs persistió en su enfoque, lo que podría haber contribuido a su rápido deterioro de salud en los últimos años de su vida.
Excepciones y preferencias
Aunque Jobs se apegaba rigurosamente a su dieta vegetariana y frutal, hubo algunas excepciones a sus reglas alimenticias. Aunque era vegetariano, ocasionalmente disfrutaba del sushi que consideraba una indulgencia aceptable dentro de su régimen alimenticio. Además, su consumo de alcohol era muy limitado, ya que prefería casi siempre agua mineral o jugos naturales sobre bebidas alcohólicas, aunque en contadas ocasiones disfrutaba de una copa de vino.
A pesar de estas excepciones, la dieta de Jobs fue, en su mayor parte, un testimonio de su compromiso con un estilo de vida que consideraba más natural y menos intrusivo. Su aversión a la comida procesada y su preferencia por los alimentos en su estado más puro no solo reflejaban su enfoque hacia la salud, sino también su filosofía de vida y trabajo, donde la simplicidad y la eficiencia eran clave.