Las personas más longevas del mundo practican estas 4 acciones cada mañana

Quienes habitan las llamadas “zonas azules”, donde hay un alto número de hombres y mujeres centenarios, tienen ciertas costumbres que los distinguen y que los investigadores han destacado como parte del secreto de su longevidad

En algunas regiones donde viven personas centenarias la dieta es baja en proteínas y mantienen un lazo férreo con sus comunidades. Algunos de estos hábitos se pueden practicar por la mañana apenas uno se despierta y comenzar, de esta forma, el día

La ciencia continúa buscando la clave de la longevidad. En algunas regiones del mundo, como por ejemplo las conocidas como “zonas azules”, un buen número de habitantes logran alcanzar el siglo de vida. Hay muchas explicaciones para eso y los especialistas las vienen detallando, incluso las mismas personas que soplaron 100 velitas o más formulan sus propias hipótesis. Alimentación, ejercicio físico, sueño reparador, son algunos de los secretos vinculados a la elección de vida de esos hombres y mujeres. Y también, por supuesto, la genética, algo que nadie puede elegir.

Los especialistas han observado también ciertos hábitos que practican en las mañanas esas personas especialmente longevas que habitan las “zonas azules”, que comprenden puntos como la isla griega de Ikaria; Loma Linda, en California; Cerdenia, en Italia; Okinawa, en Japón y Nicoya, en Costa Rica.

Como explicó el doctor Alberto Cormillot en Infobae, las “zonas azules” son regiones que “se describieron como aquellas en las que las personas viven más años; sus habitantes son centenarios pero sin hacer un cuidado especial de su salud”. En estos sitios las personas “superan en décadas la expectativa de vida” del resto mundo. “Además, los índices de enfermedades coronarias, de cáncer y de demencia senil son sensiblemente inferiores”.

Cerdeña es la "zona azul" de Italia, donde viven más personas centenarias

Su descubrimiento se remonta a principios del nuevo siglo, cuando el astrofísico que luego se especializó en demografía, Michel Poulain, y el prestigioso gerontólogo italiano Gianni Pes “se dedicaron a indagar en qué lugares del mundo vivían las personas de mayor edad. En un mapamundi iban trazando un círculo azul con un grueso marcador en el nombre de cada pueblo o ciudad en el que encontraban varias personas que llegaban a los 100 años de vida. Así fue que se les puso ‘azules’, en referencia al color que usaron para marcar en el mapa borrador mientras analizaban el fenómeno”.

Dan Buettner, escritor y periodista estadounidense, fue uno de los primeros en indagar en esas regiones y detectar qué cosas especiales estaban sucediendo allí y cuyo resultado era que muchas personas llegaran a ser centenarias. El investigador ha dedicado mucho tiempo a explorar los motivos que hacen que se mantengan saludables. Detectó en esas regiones que se alimentan con una dieta baja en proteínas y mantienen un lazo férreo con sus comunidades. Algunos de estos hábitos se pueden practicar por la mañana apenas uno se despierta y comenzar, de esta forma, el día.

Cuatro hábitos de las personas más longevas

1- Encontrar el propósito personal

Recordar el propósito personal cada mañana. Impulsa a salir de la cama (Getty)

Los japoneses conocen este concepto como “ikigai”. ¿Cuál es el motivo que cada mañana te impulsa a levantarte y ponerte en marcha? Encontrarlo y traerlo a la mente cada mañana es un hábito que practican especialmente en la “zona azul” de Japón. El secreto es encontrar un motivo para vivir y llevar así una vida con propósito, es lo que da una razón para levantarse de la cama cada mañana. La palabra “ikigai” se compone por el morfema “iki”, que significa “vida” en japonés y “gai”, que podría definirse como “la realización de lo que uno espera”, “valor” o bien “mérito”.

“Es fascinante ver hasta qué punto el ikigai es connatural a muchos japoneses”, dijo Ken Mogi en su libro Ikigai Esencial, la sabiduría milenaria que dará sentido a cada día de tu vida. El concepto habla de pequeñas gestos, de reconocer la riqueza en distintas actitudes y de un estilo de vida que te lleva a vivir con satisfacción a sentirse realizado, algo que por milenios ha funcionado en la cultura japonesa y especialmente en su “zona azul”.

El proceso, aseguró Mogi, generalmente comienza abrazando cinco pilares: comenzar poco a poco, aceptarse a sí mismo, conectarse con los demás y con el planeta, encontrar alegría en las pequeñas cosas y estar presente.

2- Un desayuno saludable

El desayuno es fundamental en las "zonas azules" (iStock)

Por supuesto no podía faltar la dieta, ya está demostrado lo esencial que resulta para una buena salud y para alcanzar una mayor expectativa de vida. Buettner detectó en las regiones que habitan personas longevas que la alimentación basada en plantas y la dieta mediterránea es una de las bases de una vida larga y saludable a la que, por supuesto, se deben agregar otros componentes.

Una parte de una buena dieta incluye el desayuno. Una mujer, una mujer de 105 años que vive en Loma Linda, en el estado estadounidense de California, aseguró que comienza el día con un abundante plato de avena cocida a fuego lento a lo que suma dátiles —un fruto de las palmeras datileras Phoenix—, algo que no está al alcance de todo el mundo, pero también suma alimentos con fibra, más nueces y un poco de leche de soja, que contiene proteínas. Buettner reveló que esta mujer agrega jugo de ciruela que, además de ayudar contra el estreñimiento, contribuye a reducir la presión arterial y el colesterol.

3- Disfruta de un café por la mañana

Las personas que viven en las "zonas azules" beben al menos 2 o 3 tazas de café al día

Uno de los hallazgos más reveladores de Buettner es que los habitantes de las “zonas azules” no saltean nunca su taza de café matutina y bebe entre dos y tres tazas de café negro al día.

Según la Sociedad Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) asegura que el café está asociado con un menor riesgo de mortalidad. Por supuesto, el café no debe beberse con mucha azúcar, que está contraindicada porque aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, y los especialistas dijeron que es preferible darle un toque de dulzor con un chorrito de leche.

Alimentación, ejercicio físico, sueño reparador, son algunos de los secretos de la longevidad vinculados a la elección de vida de esos hombres y mujeres. Y también, por supuesto, la genética, algo que nadie puede elegir (Getty Images)

Según datos de un estudio presentado en 2021 en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología, la ingesta diaria de 0,5 a 3 tazas se asoció con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y derrame cerebral en comparación con los no bebedores de esa infusión. Los médicos examinaron el consumo de café de más de 468.000 participantes del Biobanco del Reino Unido, que recaba la información genética sobre más de medio millón de británicos. La edad promedio de los participantes fue de 56,2 años en el caso de los hombres y el 55,8 años en las mujeres.

El secreto de la costumbre descubierta por el autor estadounidense es beber el café negro o con muy poca azúcar o un chorro de leche. Si no, lo mejor es cambiarlo por un té, también consumido en las “zonas azules. Aquí, Buettner agregó otro ingrediente: “Para que tu rutina de café o té sea realmente de ‘zonas azules’ haz citas para tomar un café o un té de la tarde con amigos o familiares para conversar, reír y tener ese tiempo cara a cara que es tan importante para la salud y la felicidad”.

4- Decir algo agradable a la primera persona que se ve por la mañana

Decir algo elogioso a la primera persona que se ve en el día genera un efecto dominó de buenas emociones (Gettyimages)

Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Harvard —que tiene 20 años, pero continúa teniendo gran vigencia— mostró que las emociones se contagian e influyen en el comportamiento de los grupos como un “efecto dominó” y es muy probable que redunde luego en algo bueno para uno mismo. “Dile algo amable a la primera persona que conozcamos”, le dijo Buettner a la periodista australiana Sarah Wilson. Esta fue una de las lecciones que aprendió en sus recorridos por las “zonas azules”.

Una de las cosas más importantes detectadas por quienes estudiaron a las personas que viven en las “zonas azules” es el profundo lazo que mantienen con las personas de su entorno y con su comunidad, donde cuentan con relaciones humanas significativas por lo que, se hizo evidente, que una vida social saludable es fundamental para una buena salud y para tener una vida más larga.

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