"Estar hidratados en verano es fundamental", dice Daniela Lopilato, hermana de Luisana y licenciada en Nutrición. Llegan los meses donde el calor es el gran protagonista y las altas temperaturas influyen tanto en el cuerpo como en la preparación de las comidas para el día.
El consumo de alcohol en el verano es sumamente peligroso, ya que tiende a llevar a la deshidratación. Las bebidas etílicas contienen calorías vacías que retienen líquidos, que se suman a todo lo que se está comiendo. Además, las primeras calorías que utiliza el cuerpo son las del alcohol y luego las de los alimentos.
La ingesta de bebidas para esta época debe concentrarse principalmente en agua y jugos. Y además, más que nunca, es importante el consumo diario de frutas y verduras que ayudan a mantener hidratado el cuerpo y la incoporación al organismo de nutrientes, fibras y minerales.
—¿Cuales son tus recomendaciones para una alimentación sana y correcta para el verano?
—Las más prácticas son las frutas. Otro de los tips es que uno pueda incoporar de 3 a 5 porciones de frutas y verduras en todo el día como quieran. Pueden ser dos platos, medio en el almuerzo y medio en la cena con tres frutas y ahí ya se cumple la porción diaria. Tanto las frutas como los vegetales, además de aportar minerales, vitaminas y fibras, también aportan agua y hay que estar hidratados, no solo a través de las bebidas que tomamos sino también a través de los alimentos. Las frutas secas en verano también se pueden comer, en poca cantidad. Combinar un puñado con una banana, o cualquier fruta o también un yogurt, es una comida que la persona pueda cumplir.
—¿Cuál es la mejor fruta para el verano?
—Todas las que tienen más cantidad de agua: sandía, melón, cerezas, que son las menos calóricas, pero siempre medido. Un vaso de cerezas, en el que te entran 20 si son muy grandes.
—¿Es muy calórica la ensalada de frutas por la cantidad de azúcares?
—No. Todo lo que es frutas está bien. Si comés una ensalada de frutas que tenga variadas y pese más o menos 200/300 gramos, es como si te estuvieras comiendo una fruta grande.
—¿Está mal reemplazar el almuerzo por frutas?
—Está mal, sí. Salvo que a esa fruta le agregues algo más, por ejemplo alguna proteína, y siempre hay que tratar de combinar porque las proteínas -eso es lo que explico siempre-, las carnes, los huevos, son las de alto valor biológico, las que necesitamos incorporar. Por ejemplo, si querés comer solo la ensalada de frutas, a eso agregale un yogur, un pedazo de queso fresco, un huevo duro cortado a la mitad si querés comer liviano, porque es poquito para un almuerzo o cena.
—¿En verano es bueno hacer jugos o helados caseros?
—Si vos querés tomar jugos e incorporarlos en tu vida porque te hacen bien, porque te gustan, es una cosa. Si vos incorporás los jugos llamándolos detox porque pensás que esos jugos van a desintoxicar tu cuerpo, esto no es así, es falso. Si queremos tomar para estar más hidratados e incorporar vitaminas, minerales y fibras, yo siempre recomiendo que las frutas mejor las coman con las cáscaras -las que se puedan-, porque en las cáscaras están los nutrientes y las fibras. Por ejemplo, con el jugo de naranja -para hacerlo en casa se necesitan por lo menos entre 3 y 4 naranjas- se cubre la porción diaria de frutas que necesitás.
—¿Qué comidas se deberían dejar de lado para el verano?
—No sé si "dejar de lado" como algo determinante, pero los alimentos procesados o los ultraprocesados -snacks, galletitas- no se recomiendan y es mejor elegir el alimento natural. Los alimentos saludables son muy costosos, como por ejemplo el aceite de coco o las almendras para hacer leche de almendras. No vas a ser más saludable si tomás leche de almendras. Dentro de los naturales están los lácteos, las carnes, las frutas, las verduras, porque hay que cuidarse en general, y cuidarse no significa no comer, sino que es tratar de cambiar hábitos y tener ideas de organización para crear una alimentación saludable.
Lopilato advitió que en esta época -aunque se debe hacer durante todo el año- es necesario empezar a tomar más agua, por lo menos dos vasos de agua en cada comida para cumplir con la cantidad requerida por día: dos litros sumado a las frutas y verduras que se consuman. "Si no te gusta el agua o no tenés sed, hay que tomarlo como una obligación, porque tampoco somos niños. Cuando se pone en práctica ya uno lo hace como hábito. Dos en el desayuno, dos en el almuerzo, dos en la merienda y dos en la cena".
La actividad física
"Si les gusta comer, la actividad física es fundamental y súper importante como complemento para la alimentación", advirtió Lopilato.
La actividad física es la única manera de compensar al darse los gustos, la comida también es un acto placentero, es disfrutar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer 150 minutos semanales de actividad física. Es por esto que si se divide en 3 o 4 días para hacer entre 30 y40 minutos ya es suficiente y se cumple lo sugerido por la OMS. Salir a caminar, trotar, correr, pasear al perro o ir al gimnasio, o inventar alguna actividad en movimiento para evitar el sedentarismo.
Bajar de peso en verano también es posible
"En el verano la pastilla mágica y el polvito para adelgazar no existen. Si estos existieran, yo no estaría hablando de nutrición y todos seríamos delgados, no habría problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes, colesterol o hipertensión", sostiene la especialista. Sin embargo, admite que en cierta parte ayudan pero siempre y cuando se cumpla con alimentarse mejor y hacer actividad física diaria.
En la nutrición no hay magia. Hay cientos de miles de dietas y tratamientos a seguir, pero estas siempre duran a corto plazo, y lo que uno debe hacer es tener un objetivo a largo plazo y lo mejor es cambiar hábitos empezando por lo más difícil.
"No vas a adelgazar por comer verduritas todo el tiempo, pero tampoco vas a engordar si de vez en cuando la pasás bien y disfrutás comiéndote una hamburguesa con papas fritas".
Engordar es el exceso de comida llena de grasa y azúcares, dice Lopilato. La experta sugiere que debe haber un equilibrio y una variedad entre cambiar hábitos, hacer actividad física, la buena alimentación y fundamentalmente manejar las emociones, que muchas veces pueden influir en el aumento de peso.
Comer es un placer saludable, se titula el libro de Daniela Lopilato, que insta a aprender a comer, lo que no significa contar calorías, sino tener en cuenta la calidad nutricional de cada alimento.
"Si uno aprende, se organiza durante el día para comer en horarios, se hace ejercicio físico -regularmente-, se tiene una buena hidratación y se manejan las emociones, se puede bajar de peso".
Lopilato explica que hay cinco picos de insulina: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. La de la media mañana es una colación, que no es obligatoria. "Siempre digo que si tenés hambre hacé la colación, si no tenés hambre no la hagas, por que ahí engordás".
"La nutricionista no está para castigarte, todo lo contrario, está para tenerte controlado e indicarte cómo tener la porción justa y tener conducta. ¿Si es difícil? Sí, es difícil. Pero el camino más largo siempre es el mejor. Lleva tiempo. Nada es de un día para el otro", finaliza la nutricionista.
SEGUÍ LEYENDO: