Marinero independiente, enamorado de Olivia, con una forma muy particular al hablar y reír. Músculos desarrollados y eternas peleas con Brutus (o Bluto) lanzaron a la fama a "Popeye", el coómic en el que su personaje comía espinaca para cobrar más fuerza.
La idea de que Popeye coma espinaca para sentirse más fuerte nació en 1870. Si bien el cómic se publicó por primera vez en The New York Evening Journal el 17 de enero de 1929, el surgimiento de la idea ocurrió varios años atrás, cuando el químico alemán Erich von Wolf estaba investigando la cantidad de hierro que contenían las espinacas y otras verduras de hoja verde.
Al transcribir los resultados, olvidó poner la coma decimal y los 3,5 miligramos de hierro que hay en 100 gramos de espinacas se convirtieron en 35 miligramos gracias a ese error, lo que le otorgaba -erróneamente- 10 veces más hierro al organismo de "Popeye".
El error del von Wolf fue corregido en 1937, pero para ese entonces el dibujo animado ya había cobrado vida. "Popeye" y su obsesión por comer espinacas para estar más fuerte debido a su contenido en hierro era una idea aceptada, imitada y divulgada por la sociedad, especialmente por las madres de aquella época, que lidiaban con la alimentación de sus hijos.
Esta historia fue publicada por el científico estadounidense Samuel Arbesman en su libro The Half-Life of Facts: Why Everything We Know Has an Expiration Date. En 1981, el British Medical Journal publicó un artículo para tratar de desacreditar el mito de las espinacas que aún sigue vivo, posicionándose como uno de los vegetales más nutritivos y con alto contenido en hierro.
"Los seres humanos tenemos una tendencia natural a ignorar los propios errores. Una vez damos por válida una idea o dato presentamos una resistencia feroz a cualquier cambio en los resultados contrarios a esa idea, aunque sean matemáticamente demoledores, nos cuesta asimilar y admitir que estamos equivocados", dijo Arbesman.
El hecho de que la espinaca no ofrezca la cantidad de hierro que el dibujo animado propone, no es válido desacreditar a este noble vegetal. Las espinacas están llenas de membranas vegetales llamadas tilacoides, que aumentan la plenitud e inhiben los antojos dulces, según un estudio de 2015 de un grupo de investigadores suecos.
Pueden hacerse buñuelos, incorporarlo en dips, omelettes, tortillas y tartas. Sin embargo, se recomienda no hervir la espinaca porque se eliminan tres cuartas partes de su contenido de nutrientes.
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