La respiración, más allá de ser una función vital, juega un papel clave en cómo se almacenan los recuerdos al dormir. Un estudio reciente de Northwestern Medicine demostró que los ritmos respiratorios durante el sueño están directamente conectados con las oscilaciones cerebrales en el hipocampo. Estas oscilaciones —conocidas como ondas lentas, husos y ondulaciones— fortalecen los recuerdos. “Descubrimos que están coordinadas por los ritmos respiratorios”, explicó Christina Zelano, profesora de neurología en la Universidad Northwestern. Este hallazgo marca la primera vez que se establece este vínculo en humanos.
Las ondas lentas, los husos y las ondulaciones son tipos de oscilaciones eléctricas que ocurren en el cerebro al dormir. Las ondas lentas están relacionadas con el sueño profundo y el descanso físico, los husos ayudan a proteger el sueño de ruidos externos y las ondulaciones están vinculadas a procesar y guardar recuerdos. Estas oscilaciones trabajan juntas para fortalecer la memoria durante el sueño.
El hipocampo, una región crucial para la memoria, coordina sus actividades neuronales durante el sueño mediante ráfagas sincronizadas. Aunque antes se creía que estas ráfagas ocurrían sin un estímulo externo, el estudio mostró que son impulsadas por el ritmo respiratorio. Andrew Sheriff, coautor del estudio, detalló que “la consolidación de la memoria depende de la orquestación de las ondas cerebrales durante el sueño, y demostramos que este proceso está estrechamente sincronizado con la respiración”.
La salud respiratoria y su impacto en la memoria
La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se detiene repetidamente al dormir. Estas pausas pueden durar varios segundos y afectan el flujo de oxígeno al cerebro. Esto interrumpe las ondas cerebrales que consolidan la memoria, causando problemas como pérdida de recuerdos, confusión y dificultad para aprender.
Los resultados también destacan la importancia de cuidar la respiración durante el sueño, ya que los trastornos como la apnea se asocian con dificultades para consolidar la memoria y el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer. “Cuando no duermes, tu cerebro sufre, tu cognición sufre, te vuelves confuso”, expresó Sheriff. Este descubrimiento sugiere que tratar problemas respiratorios podría ser crucial para proteger la salud cognitiva.
Los problemas de respiración durante el sueño pueden afectar las actividades diarias. Por ejemplo, una persona puede olvidar citas importantes, tener problemas para concentrarse en el trabajo o sentirse mentalmente confundida. Estos efectos dificultan el día a día y aumentan el riesgo de problemas cognitivos graves a largo plazo.
La idea de que dormir mejora la memoria tiene raíces antiguas. En la Roma clásica, el erudito Quintiliano ya había notado que “el intervalo de una sola noche aumenta enormemente la fuerza de la memoria”. Ahora se sabe que, mientras se duerme, el cerebro reproduce las experiencias del día, un proceso que, según Sheriff, es facilitado por la coordinación entre la respiración y las oscilaciones del hipocampo.
Este hallazgo revela por primera vez que la respiración impulsa un ritmo específico en el hipocampo humano durante el sueño. Según el estudio, estas oscilaciones se acoplan al ritmo respiratorio y coordinan las ondas cerebrales relacionadas con la memoria. Los autores explicaron: “La respiración actúa como un ritmo intrínseco para coordinar la sincronización de las oscilaciones del sueño”. Este descubrimiento desafía la creencia previa de que las oscilaciones del sueño surgían de forma aleatoria o espontánea.
El estudio también enfatiza la importancia de tratar los trastornos respiratorios del sueño para preservar la memoria y prevenir problemas cognitivos graves. Andrew Sheriff advirtió que la respiración alterada durante el sueño puede estar vinculada con condiciones como accidentes cerebrovasculares, demencia y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. “Cuando escuchas la respiración de alguien, puedes notar un ritmo diferente cuando está dormido”, explicó Sheriff, subrayando que este ritmo podría ser una clave esencial en la coordinación de las ondas cerebrales de la memoria.
Este hallazgo abre la puerta a nuevas terapias para mejorar la memoria y prevenir problemas cognitivos. Por ejemplo, tratamientos que regulen la respiración durante el sueño podrían ayudar a personas con apnea a recuperar su capacidad de consolidar recuerdos.