Hígado saludable: hábitos claves para protegerlo después de las fiestas

El hígado es considerado como una verdadera “fábrica” del cuerpo humano, desempeña más de 500 funciones metabólicas esenciales, entre ellas, procesar los nutrientes provenientes de los alimentos y fabricar proteínas indispensables para el organismo. Sin embargo, este órgano vital enfrenta amenazas constantes, como el consumo excesivo de alcohol, la mala alimentación y el sobrepeso. Según expertos en hepatología, incluso quienes no hayan sobrecargado su hígado durante las últimas festividades tienen la oportunidad de adoptar hábitos saludables que beneficien su funcionamiento a largo plazo. Estas perspectivas fueron compartidas en un artículo del medio británico The Guardian.

Debbie Shawcross, profesora de hepatología en el King’s College London, brindó su perspectiva hacia el hígado y describió: “Es una enorme fábrica con cientos de líneas de producción involucradas en procesos claves”. Cuando los alimentos llegan al hígado tras ser digeridos, este órgano distribuye los nutrientes hacia distintas líneas de producción, permitiendo la generación de proteínas esenciales para el cuerpo.

A pesar de su importancia, el hígado es altamente vulnerable a enfermedades como la cirrosis, que puede derivar de múltiples factores, entre ellos el alcohol y el aumento de grasa hepática relacionado con el sobrepeso. Stephen Ryder, especialista en hepatología del Hospital Universitario de Nottingham, señala que estos dos son las principales causas de daño hepático en la población. Además, infecciones como la hepatitis pueden ocasionar síntomas graves, como la ictericia, señal de que el hígado está sobrepasado y no puede cumplir sus funciones adecuadamente.

Cuidar el hígado requiere un enfoque integral. Shawcross enfatiza la importancia de evitar excesos en el consumo de alcohol, recomendando periodos de descanso de dos o tres días consecutivos por semana. Además de fomentar una dieta balanceada y mantener un peso saludable, que resultan fundamentales para prevenir el daño hepático.

Los médicos también subrayan que no existen métodos milagrosos para desintoxicar el hígado, ya que este órgano posee un sistema natural de eliminación de toxinas. Pero con pequeños cambios en el estilo de vida, como el consumo de dos tazas de café al día, se lograron demostrar beneficios mediante sus propiedades antifibróticas, de acuerdo con Ahmed Elsharkawy, hepatólogo del Hospital Universitario de Birmingham.

El hígado no solo es esencial para el metabolismo, sino que tiene una importante capacidad regenerativa. Para los especialistas, este puede recuperarse incluso tras daños significativos, siempre y cuando se eliminen las causas subyacentes, como el consumo desmesurado de bebidas alcohólicas o una dieta inadecuada. Es por ello que adoptar medidas preventivas y buscar atención médica temprana son pasos cruciales para asegurar su salud.

Este órgano enfrenta riesgos derivados de diversos factores, no tan solo del consumo excesivo de alcohol. Debido a esto, el experto hepatólogo, Stephen Ryder, advirtió que el sobrepeso y la obesidad son causas principales de enfermedades hepáticas, dado que pueden desencadenar inflamación y cicatrices en el hígado (conocidas como fibrosis). Estas lesiones pueden evolucionar hacia una condición más grave, como la cirrosis que con el tiempo puede derivar en insuficiencia hepática, cáncer o incluso la muerte.

Otro factor crítico es el impacto de las infecciones virales, como los distintos tipos de hepatitis. Elsharkawy, señaló que la ictericia —caracterizada por un tono amarillento en la piel y los ojos— es un síntoma evidente de que el hígado no puede procesar la bilirrubina, lo que refleja un daño significativo en el órgano.

El envejecimiento juega un rol clave, ya que disminuye la capacidad enzimática del hígado para metabolizar sustancias como el alcohol. Esto explica por qué según Debbie Shawcross, los efectos del consumo se agravan con los años. A esto se suma el impacto del tabaco, que de acuerdo con la especialista, acelera la fibrosis hepática y, combinado con el alcohol, aumenta el riesgo de daño irreversible.

Las características genéticas y el peso corporal de una persona también influyen en la capacidad del hígado para manejar toxinas. Por ejemplo, los hombres metabolizan el alcohol con mayor eficiencia que las mujeres, debido a diferencias enzimáticas y de masa corporal, lo que puede modificar los umbrales de daño hepático entre individuos.

El hígado puede sufrir daños considerables antes de que el organismo muestre signos evidentes, convirtiéndolo en un órgano vulnerable y generalmente subestimado. Debbie Shawcross, explicó en The Guardian: “Las etapas iniciales de enfermedades hepáticas, como la inflamación o la acumulación de grasa, suelen pasar desapercibidas”. Por ello, destaca la importancia de realizar chequeos regulares, como análisis de sangre o un fibroscan, que mide la rigidez y contenido graso en el hígado.

Un aspecto crucial es la honestidad en la consulta médica. Según Shawcross, muchos pacientes tienden a minimizar el consumo de alcohol al hablar con sus doctores. Aunque proporcionar información precisa es esencial para identificar y tratar problemas de manera temprana.

También persisten mitos sobre cómo “detoxificar” el hígado. El hepatólogo y gastroenterólogo Ryder señaló: “El órgano ya cuenta con un sistema eficiente para eliminar toxinas. Hábitos poco saludables pueden sobrecargar esta función, y los suplementos populares carecen de evidencia científica sólida que respalde su eficacia para proteger el órgano”.