Caminar descalzo en casa puede parecer algo natural y para muchos es lo más cómodo a la hora de llegar de la calle o a la mañana antes de salir. Según los expertos en podología, esta práctica tiene beneficios significativos para los pies, aunque también algunos riesgos que debemos tener en cuenta.
Beneficios de caminar descalzo en casa
Caminar descalzo puede ser más beneficioso de lo que imaginas. El Dr. Robert Conenello, podólogo clínico, explicó que esta práctica fortalece los músculos intrínsecos de los pies.
El principal beneficio de caminar descalzo es el fortalecimiento de los músculos de los pies. “Tienden a debilitarse a medida que envejecemos y usamos zapatos”, afirmó en declaraciones recogidas por HuffPost.
“Muchas de las patologías que veo en mi práctica se deben a la incapacidad de utilizar estos músculos para realizar movimientos normales y lograr eficiencia metabólica”, afirmó el experto.
Esta visión fue respaldada por la podóloga, entrenadora atlética y presidenta de la Academia Estadounidense de Medicina Deportiva Podológica, Alicia Canzanese.
La especialista explicó en SELF, medio de bienestar y salud, que los músculos intrínsecos del pie controlan en gran parte el equilibrio y la sensación de dónde se encuentra el cuerpo en el espacio.
Además, caminar sin calzado permite que la piel respire, lo que puede prevenir la acumulación de humedad y reducir el riesgo de infecciones como el pie de atleta, según la dermatóloga Hannah Kopelman, citada en el mismo medio.
Otra ventaja inesperada es el efecto relajante que puede generar. “Sentir la textura de distintas superficies bajo los pies puede ser tranquilizador, casi como una mini sesión de reflexología”, mencionó Kopelman.
Caminar descalzo sobre suelos limpios puede:
- Fortalecer los músculos del pie.
- Reducir el riesgo de infecciones en la piel.
- Promover una conexión sensorial relajante con el entorno.
Consejos para caminar descalzo de forma segura
Si se quiere incorporar el hábito de andar descalzo, se puede hacer gradualmente. Canzanese, en SELF, recomendó empezar con períodos de 20 a 30 minutos y aumentar el tiempo poco a poco. También sugirió elegir superficies más acolchonadas, como alfombras, para evitar lesiones.
Algunos consejos claves incluyen:
- Mantener el piso limpio: esto reduce la exposición a bacterias y alérgenos.
- Evitar objetos pequeños y peligrosos: asegurarse de que no haya juguetes, clavos u otros elementos que puedan causar lesiones.
- Combinar con calzado adecuado: alternar entre caminar descalzo y utilizar zapatos que ofrezcan soporte, especialmente si se estará de pie por largos períodos.
Riesgos de caminar descalzo: lo que se debe considerar
Aunque andar descalzo tiene sus ventajas, no está exento de riesgos. Uno de los problemas más comunes es la exposición a superficies duras que pueden causar fatiga en los pies o incluso fascitis plantar.
La podóloga Elizabeth Daughtry, en diálogo con SELF, señaló que la pandemia incrementó los casos de esta dolorosa afección debido al cambio en los hábitos de calzado durante el confinamiento.
Además, los pies descalzos están más expuestos a irritantes, alérgenos o incluso objetos peligrosos. Kopelman, en HuffPost, advirtió: “Incluso una lesión menor en el pie puede provocar problemas de salud graves”.
También explicó que para quienes tengan una piel sensible o padezcan de dermatitis de contacto o eczema, por ejemplo, la exposición podría ser una amenaza constante y, por ende, un riesgo.
Otros peligros asociados incluyen:
- Posibles resbalones en superficies mojadas.
- Pisotones accidentales sobre objetos duros o afilados.
- Tensiones en articulaciones debido a la falta de amortiguación.
¿Cuándo se debería usar calzado en casa?
Aunque caminar descalzo tiene beneficios, hay momentos y circunstancias en los que el uso de calzado es imprescindible.
Las personas con condiciones específicas, como neuropatía, artritis o fascitis plantar, deberían optar por zapatos con soporte para el arco, incluso en interiores.
Canzanese señaló en SELF que quienes tienen almohadillas de grasa desgastadas en los pies, especialmente después de los 50 años, pueden beneficiarse de un calzado que ofrezca amortiguación adicional.