La neurociencia demostró que el bienestar y la felicidad no dependen exclusivamente de circunstancias externas o genéticas, sino también de prácticas conscientes que influyen en el funcionamiento del cerebro.
Estas prácticas, que abarcan desde técnicas de respiración hasta el cuidado de las relaciones interpersonales, promueven un sistema nervioso más equilibrado y fomentan un estado emocional positivo y sostenible. Según le dijo la neurocientífica Sara Teller a la revista CuerpoMente, estas acciones permiten mantener una mente saludable y optimista.
La conexión entre la calma y la felicidad
Según la especialista, el cerebro humano está diseñado para operar de manera más eficiente cuando se encuentra en calma. Las personas con un sistema nervioso parasimpático bien regulado presentan una variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) alta, lo que indica un mayor equilibrio entre los estados de alerta y relajación.
Este estado no solo fomenta la felicidad y el optimismo, sino que también protege al cerebro frente a los efectos del estrés crónico. Prácticas simples como la respiración profunda y consciente pueden ayudar a activar este sistema, promoviendo una mayor sensación de control y bienestar.
Por el contrario, un sistema nervioso hiperactivo tiende a responder de manera reactiva y ansiosa a los estímulos del entorno. Estas respuestas afectan negativamente al estado de ánimo, generando una sensación de amenaza constante que puede derivar en problemas emocionales y de salud física.
La respiración consciente: el arte de calmar la mente
La respiración es uno de los pocos procesos corporales que puede ser controlado de manera voluntaria y, a su vez, influir directamente en el cerebro. Respirar de manera superficial, con inhalaciones y exhalaciones cortas, activa la amígdala, el centro del cerebro encargado de procesar el miedo.
Este tipo de respiración suele generar un estado de alerta innecesario, lo que eleva los niveles de ansiedad y reduce la capacidad de tomar decisiones claras.
Por el contrario, una respiración profunda, lenta y diafragmática estimula el nervio vago, que conecta el cerebro con los órganos internos, ayudando a regular las funciones vitales y a reducir el estrés.
Para lograr una respiración adecuada, la doctora recomendó inhalar y exhalar durante al menos cuatro segundos en cada ciclo, usando el diafragma para que el aire alcance el abdomen.
Con el tiempo, es posible reducir el ritmo respiratorio a cinco o seis respiraciones por minuto, lo que contribuye a mejorar la salud mental y física. Iniciar con sesiones de cinco minutos diarios puede generar cambios significativos en el bienestar general.
Yoga: un puente entre el cuerpo y la mente
El yoga no es solo una práctica física, sino una herramienta poderosa para conectar el cuerpo y la mente. Sus movimientos lentos y conscientes ayudan a activar el nervio vago, favoreciendo la relajación y la autoconciencia.
Estudios recientes demostraron que las posturas expansivas, como las extensiones de espalda y aquellas que abren el pecho, tienen un impacto directo en la percepción emocional.
Por otro lado, una mala postura corporal, común al usar dispositivos electrónicos durante largos periodos, tiene efectos perjudiciales para el cerebro. El yoga, practicado de manera regular, contrarresta estos efectos al promover una postura saludable y una conexión profunda con el propio cuerpo.
La meditación y su impacto en el cerebro
La meditación es una de las prácticas más efectivas para regular el estado emocional y mejorar la atención. Dependiendo del enfoque, existen dos tipos principales, según Sara Taller:
- Meditación de atención focalizada: aquí la mente se centra en un solo punto, como un mantra, la llama de una vela o la respiración. Esta práctica es ideal para principiantes, ya que fortalece la capacidad de concentración y reduce la tendencia a la procrastinación y la impulsividad.
- Meditación de atención abierta: este enfoque permite observar pensamientos, emociones y sensaciones sin juzgarlos ni aferrarse a ellos. Es una técnica útil para meditadores experimentados y personas que tienden a la rumiación mental, ya que fomenta la aceptación y la creatividad.