Desde tiempos antiguos, las infusiones fueron parte esencial de la medicina natural. Su preparación, sencilla y accesible, permite extraer las propiedades de hojas, flores y raíces de diversas plantas con beneficios para la salud.
En la actualidad, estas bebidas son más que remedios ocasionales: se consolidaron como aliadas cotidianas en el cuidado del organismo, promoviendo desde la relajación hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico. Uno de sus usos más valorados es en el apoyo a la digestión, ayudando a prevenir o aliviar molestias gastrointestinales comunes.
¿Qué hace de las infusiones una opción tan efectiva? Su contenido en compuestos bioactivos, como flavonoides, polifenoles y aceites esenciales, les confiere propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y carminativas. Además, su consumo puede ser una pausa revitalizante en medio del estrés diario, integrando beneficios tanto físicos como emocionales.
Las 10 mejores infusiones digestivas
1. Manzanilla (Chamaemelum nobile)
La manzanilla fue utilizada durante siglos para tratar diversas dolencias. Según un estudio de la Universidad de Harvard, esta infusión apoya al sistema inmunológico. Además, se destacó su capacidad para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual gracias a sus efectos analgésicos y antiinflamatorios, atribuidos a compuestos como el bisabolol y los flavonoides, que inhiben procesos inflamatorios en el cuerpo.
Asimismo, la manzanilla es ampliamente reconocida por su impacto positivo en la salud digestiva, aliviando molestias como indigestión, náuseas y espasmos gastrointestinales al relajar el músculo liso del tracto digestivo. También se demostró su efectividad en el manejo del estrés, la ansiedad y los trastornos del sueño, favoreciendo ciclos de descanso saludables gracias a su acción sobre el neurotransmisor GABA.
2. Jengibre (Zingiber officinale)
El jengibre, una raíz aromática y picante, es conocido por su versatilidad y potentes beneficios para la salud. Según la Universidad Johns Hopkins, su consumo favorece el vaciado del estómago, aliviando así las náuseas causadas por el embarazo, el mareo por movimiento e incluso los efectos secundarios de la quimioterapia.
Esta raíz también ayuda a reducir la hinchazón y los gases, aliviando el estreñimiento y mejorando la salud digestiva en general. Sus moléculas antioxidantes y antiinflamatorias protegen las células del daño por radicales libres y pueden contribuir a controlar la inflamación.
3. Hierba luisa (Cymbopogon citratus)
La hierba luisa, también conocida como té de limoncillo, pertenece a la familia de las poáceas y se destaca por sus múltiples beneficios terapéuticos. Según investigaciones de la Universidad Tecnológica de la Mixteca, esta planta es rica en aceites esenciales con compuestos terpénicos, como el citral, que le otorgan propiedades digestivas, antioxidantes y antiinflamatorias.
Estas características no solo la hacen ideal para tratar molestias estomacales, sino que también favorecen la relajación y el equilibrio del sistema nervioso, lo que la convierte en una opción perfecta para combatir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
4. Boldo (Peumus boldus)
El boldo se destaca por sus hojas utilizadas tradicionalmente para tratar afecciones digestivas y hepáticas. Según la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, estas hojas poseen aceites esenciales con propiedades hepatoprotectoras, que no solo mejoran la función del hígado y la vesícula, sino que también pueden favorecer la reparación de tejidos hepáticos.
Además, su acción antiinflamatoria y antioxidante lo convierte en un remedio natural eficaz para aliviar molestias estomacales y combatir el daño oxidativo.
5. Hinojo (Foeniculum vulgare)
El hinojo, planta mediterránea usada desde tiempos antiguos, es apreciado por sus beneficios digestivos. Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, sus principios activos —como aceites esenciales y flavonoides— le otorgan propiedades carminativas y antiespasmódicas, ayudando a reducir gases y aliviar molestias gastrointestinales. Además, se le atribuyen efectos expectorantes y galactógenos, aunque no todos estos beneficios están validados científicamente.
Es esencial consumirlo con moderación, ya que su aceite esencial puede ser neurotóxico en dosis altas y su contenido fitoestrogénico lo hace contraindicado en ciertos casos de cáncer. También puede interferir con antibióticos como el ciprofloxacino. Aun así, una infusión de hinojo después de comer es una opción segura y efectiva para disfrutar de una digestión ligera y placentera.
6. Menta (Menta piperita)
La menta, con su característico sabor refrescante, es una planta que ofrece múltiples beneficios para la salud, especialmente en el ámbito digestivo y respiratorio. Según Tua Saúde, el té de menta es eficaz para tratar problemas digestivos como náuseas, hinchazón y calambres gracias a su acción relajante sobre el músculo liso gastrointestinal. Además, estimula la secreción biliar, facilitando la digestión de grasas y alimentos pesados.
Entre otras propiedades, la menta es reconocida por sus efectos antiinflamatorios, antibacterianos y antivirales, lo que la convierte en un aliado contra gripes y resfriados. También se le atribuyen propiedades analgésicas y calmantes, útiles para aliviar dolores de cabeza, síntomas menstruales y el estrés.
7. Tomillo (Thymus vulgaris)
El tomillo es una planta mediterránea conocida tanto por sus aplicaciones culinarias como por sus propiedades medicinales. Según un artículo de divulgación científica de Cienciorama UNAM, el tomillo tiene una destacada capacidad antibacteriana, logrando inhibir el crecimiento bacteriano en un 100%. Esto lo convierte en un remedio natural eficaz no solo para trastornos digestivos, sino también para proteger el organismo frente a infecciones.
Además, su contenido en aceites esenciales le confiere propiedades carminativas, aliviando gases y previniendo espasmos gástricos e intestinales. Una infusión de tomillo, con su aroma fresco y penetrante, puede ser la mejor elección para disfrutar después de comidas copiosas.
8. Anís (Pimpinella anisum)
El anís, especialmente el estrellado, fue utilizado durante siglos en la medicina tradicional por sus efectos carminativos. Su contenido en anetol no solo alivia gases, sino que también reduce los espasmos estomacales y mejora el tránsito intestinal.
Asimismo, un estudio publicado en el Journal of Ethnopharmacology llegó a la conclusión de que el anís puede tener propiedades que ayudan a aliviar los síntomas del SII, como el dolor abdominal y la hinchazón. Esta infusión es perfecta para quienes sufren digestiones pesadas o cólicos, especialmente en niños, ya que su sabor dulce y suave es muy agradable.