En el laberinto de contradicciones que es el mundo de la nutrición, donde cada tendencia parece disputar con la anterior, el Dr. Tom C. Nguyen, reconocido cirujano cardíaco y director médico ejecutivo del Baptist Health Miami Cardiac and Vascular Institute, aportó claridad en una entrevista con Newsweek.
Nguyen, figura en la cirugía cardíaca mínimamente invasiva (operación que crea una nueva ruta, llamada bypass, para que la sangre y el oxígeno lleguen al corazón), apuesta por una dieta sencilla y ancestral: alimentos frescos, orgánicos y no procesados. “Las enfermedades cardíacas son una de las principales causas de muerte en todo el mundo; la dieta juega un papel importante en eso”, advirtió el doctor, quien conoce las fragilidades del cuerpo humano.
Alimentos clave para la salud del corazón
Según Nguyen, su enfoque se basa en una dieta rica en “verduras, cereales integrales, proteínas magras, frutas y grasas saludables”, todos elementos que, asegura, ayudan a proteger contra las enfermedades cardíacas. Describe su preferencia por alimentos orgánicos y no procesados, como los que “generalmente se encuentran en los supermercados”, y evita los productos ultraprocesados. Nguyen también destaca el papel de los omega-3, que obtiene de pescados grasos como el salmón, y de la fibra, que se encuentra en frijoles y lentejas, los cuales ayudan a reducir el colesterol.
“Una dieta rica en estos alimentos ayuda a proteger contra las enfermedades cardíacas”, enfatizó. Su rutina alimentaria, lejos de las dietas de moda, es casi un ritual: cada mañana, un desayuno ligero de proteínas, cereales y frutas. “Tomo un par de huevos duros, sin las yemas, algo de avena y una taza de café”, describió, como quien revela un secreto sencillo pero bien guardado.
Distribución de las comidas durante el día
Nguyen sigue una rutina alimentaria sencilla. Por las mañanas, opta por un desayuno ligero que le proporciona proteínas y energía, compuesto por “un par de huevos duros, sin las yemas, y un poco de avena”, acompañado de fruta y una taza de café. Explica que, si su agenda lo permite, el almuerzo suele ser su comida más fuerte, en la que incluye “pollo y verduras”. En cuanto a la cena, prefiere que sea temprano y ligera, destacando que estudios han mostrado los beneficios de consumir “más calorías a primera hora del día”.
Evitar el azúcar
La cuestión del azúcar es otro de los pilares en su enfoque, y no es flexible al respecto. “Trato de evitar el azúcar tanto como sea posible”, sentenció a Newsweek. Su dieta se enfoca en frutas y verduras específicas, aquellas que históricamente han sido reconocidas por sus propiedades saludables: frutos rojos y verduras de hoja verde, con nutrientes densos y propiedades antioxidantes.
“Prefiero los cereales integrales, como el arroz integral, y grasas saludables que provienen del aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos”. Además, se asegura de que los ácidos grasos omega-3 (indispensables para reducir la inflamación) provengan de pescados grasos, como el salmón, y la fibra, de legumbres como los frijoles y las lentejas.
“El chocolate oscuro en pequeñas cantidades y el té verde son parte de mi día a día”, agrega con un toque de indulgencia, aunque advierte que mantiene un férreo control sobre los alimentos procesados, las bebidas azucaradas y el exceso de sal. Para él, estos pequeños detalles son decisivos para el bienestar cardíaco: “El chocolate negro, en pequeñas dosis, me permite disfrutar sin arriesgarme”.
“Es importante comer más despacio para darle tiempo al cuerpo a registrar cuánto has comido”, explicó, destacando que muchas personas comen hasta estar entre el 100 y el 200% llenos. Sin embargo, señaló que “comer hasta estar un 80 por ciento lleno aumenta la esperanza de vida”, ya que permite evitar excesos y cuidar mejor la salud.
Limitar las grasas saturadas
La relación de Nguyen con las grasas saturadas es cautelosa: “Las grasas saturadas son tipos de grasas que normalmente son sólidas a temperatura ambiente y se encuentran en productos animales como la mantequilla, el queso y la carne roja”.
Nguyen, no dudó en expresar su recelo, explicando que el consumo elevado de estas grasas puede incrementar el nivel de colesterol LDL, ese mismo que se asocia con el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. “Se ha relacionado su consumo con el cáncer, la diabetes y el Alzheimer”, agregó. Prefiere, en cambio, las grasas insaturadas presentes en el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos, como una forma de mantener el corazón fuerte sin comprometer la salud.
Opinión sobre la dieta carnívora y otras dietas restrictivas
Finalmente, el profesional expresó su escepticismo hacia la dieta carnívora, que muchos ven como alternativa. Afirmó que esta dieta, al basarse en productos animales, “contiene altos niveles de grasas saturadas y colesterol, todos ellos vinculados a un aumento de las enfermedades cardíacas”. Además, advirtió que eliminar frutas, verduras y cereales implica también la pérdida de “nutrientes esenciales y fibra que son beneficiosos para la salud cardíaca”.
En la visión del Dr. Nguyen, cuidar el corazón es una decisión diaria y precisa, como cada paso en una operación quirúrgica: requiere atención, cuidado y, sobre todo, un respeto reverente hacia el cuerpo. De esta manera, Nguyen se convierte en ejemplo de cómo los pequeños cambios en la rutina alimentaria pueden generar un impacto positivo en la salud y la longevidad.