Epidemia de obesidad: estrategias para enfrentar una enfermedad que afecta a mil millones de personas

Esta realidad registró un incremento en los últimos años como consecuencia del consumo de alimentos procesados y el aumento del sedentarismo. Cuál es el impacto de la malnutrición en los niños

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La obesidad afecta a más de mil millones de personas en el mundo, una cifra que continuará aumentando según proyecciones de la Federación Mundial de la Obesidad (Imagen Ilustrativa Infobae)
La obesidad afecta a más de mil millones de personas en el mundo, una cifra que continuará aumentando según proyecciones de la Federación Mundial de la Obesidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

La creciente epidemia de obesidad que está atravesando el mundo, avanza sin pausa. En la actualidad, esta condición afecta a más de 1.000 millones de personas en el planeta. Es decir, a uno de cada ocho habitantes del globo.

En el Día Mundial contra la Obesidad, un concepto que es clave para mejorar la calidad de vida de las personas con esta condición radica en abordar esta enfermedad tanto a nivel micro como macro, con el objetivo de que su presencia en la población mundial deje de crecer, como lo hizo las últimas décadas, y pueda combatirse eficazmente.

“A nivel micro, debemos indicar que frente a la sobrecarga de información que abunda en redes sociales sobre obesidad y cómo bajar de peso; debemos atender al consumo directo que tenemos sobre esa información, con la prioridad en todos los casos; y debe ser ir de menos a más”, sostuvo a Infobae el doctor Máximo Schiavone, médico e investigador enfocado en la intersección de enfermedades renales y cardiovasculares.

Alimentos ultraprocesados y estilos de vida sedentarios impulsan la epidemia de obesidad en el mundo, una condición que afecta a más de mil millones de personas y que también tiene un fuerte impacto en la malnutrición infantil.
(Imagen ilustrativa Infobae)
Alimentos ultraprocesados y estilos de vida sedentarios impulsan la epidemia de obesidad en el mundo, una condición que afecta a más de mil millones de personas y que también tiene un fuerte impacto en la malnutrición infantil. (Imagen ilustrativa Infobae)

¿Qué significa esto? “Por la mínima cantidad de actividad física básica, hay tener un cierto conocimiento o conciencia de la cantidad de calorías que uno come, dormir una mínima cantidad de horas y manejar el estrés. No hay secretos por más que la modernidad nos haya traído miles de métodos para bajar de peso. Esto constituye el enfoque micro que hay que tener”, recalcó Schiavone.

Y enseguida precisó a qué se refiere el nivel macro: “Es crucial la educación para comer en forma sana desde el colegio, no solo desde los hogares. Parece una obviedad, pero en Argentina, en la realidad diaria, no existen proyectos que aborden prácticas serias y sistemáticas, por más que aparecen algunas acciones particulares en los colegios. Además, no existen políticas públicas como en otros países, como, por ejemplo, la posibilidad de un aumento de impuestos a lo que conocemos como ‘comida chatarra’”.

Schiavone detalló, en ese sentido, que en otros países este tipo de políticas fue un éxito. “Hoy, en Argentina, comer sano es más caro. Además, hay ciertos factores que tienen que ver con lo cultural: en los países asiáticos las frutas y las verduras tienen un gran protagonismo en la dieta de las personas (tanto niños como adultos). Eso acá no pasa y está directamente relacionado con el crecimiento de la cantidad de personas que padecen obesidad y diabetes”, aseguró.

La falta de programas escolares sistemáticos en Argentina para enseñar alimentación saludable es una barrera en la lucha contra la obesidad, señala el doctor Schiavone (IMEO)
La falta de programas escolares sistemáticos en Argentina para enseñar alimentación saludable es una barrera en la lucha contra la obesidad, señala el doctor Schiavone (IMEO)

En Argentina, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso y el 41% de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tienen sobrepeso y obesidad, una enfermedad crónica compleja que, al día de hoy, alcanza proporciones epidémicas.

Las tasas de obesidad casi se triplicaron desde 1975 y aumentaron casi cinco veces en niños y adolescentes. Se trata de una condición que afecta a personas de todas las edades y de todos los grupos sociales, en todo el mundo.

Un estudio publicado por la revista The Lancet y realizado por más de 1.500 investigadores que pertenecen a la Colaboración de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles y la OMS, analizó las medidas de altura y peso de más de 220 millones de personas de más de 190 países y estimó que a nivel global 1000 millones viven con la enfermedad metabólica.

“El exceso de peso, factor de riesgo para decenas de enfermedades, ya es la forma más común de malnutrición en la mayoría de países: los casos en niños se han cuadruplicado en tres décadas y en los adultos, casi se han triplicado”, explicaron los especialistas en el último informe sobre las tasas de obesidad global publicado en la revista The Lancet.

En Argentina, seis de cada diez adultos tienen sobrepeso u obesidad, y el 41% de los jóvenes entre 5 y 17 años también enfrenta este problema de salud.
En Argentina, seis de cada diez adultos tienen sobrepeso u obesidad, y el 41% de los jóvenes entre 5 y 17 años también enfrenta este problema de salud.

El impacto de la obesidad en la malnutrición en niños

Un estudio reciente, realizado con el Imperial College de Londres, muestra que las tasas de obesidad infantil y adolescente en 2022 eran cuatro veces mayores que en 1990. En los adultos, el problema también se intensificó, con el doble de incidencia en mujeres y casi el triple en hombres en comparación con cifras de hace tres décadas.

Desde 1990, el aumento de la obesidad, junto con la disminución en los casos de insuficiencia ponderal (bajo peso para la edad, generalmente resultado de una alimentación insuficiente) ha convertido al sobrepeso en la forma predominante de malnutrición en la mayoría de los países.

Además, un informe de la ONU destaca el profundo impacto de la malnutrición en la salud de los niños, afectando su crecimiento físico, desarrollo cerebral y capacidad inmunológica. En Argentina, la situación resulta preocupante, con formas de malnutrición que generan un ciclo de enfermedad y vulnerabilidad.

El cambio hacia la alimentación saludable ayuda a bajar de peso. (Imagen Ilustrativa Infobae)
El cambio hacia la alimentación saludable ayuda a bajar de peso. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según proyecciones para 2035, el 43% de los adultos argentinos podría estar viviendo con obesidad. Actualmente, los datos indican que seis de cada diez adultos en el país enfrentan problemas de peso, con un 36.2% clasificado en sobrepeso y un 25.4% en obesidad, de acuerdo con la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.

En América Latina, la obesidad supera las interpretaciones simplistas que la consideran solo una cuestión estética o de falta de voluntad. Según indicó el doctor Jorge Harraca, expresidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad y Enfermedad Metabólica, en un comunicado, “es fundamental comprender que la obesidad no se trata simplemente de una cuestión de falta de voluntad o disciplina”. Si no que se trata de una condición que afecta el organismo en su totalidad y refleja complejas interacciones genéticas, ambientales y de estilo de vida.

El impacto de la obesidad va más allá de los adultos y afecta a las nuevas generaciones, ya que desestimar a la obesidad como enfermedad agrava el problema, ya que muchas veces se la considera únicamente como un factor de riesgo para otras enfermedades, tales como la diabetes tipo 2, la hipertensión o las enfermedades cardíacas.

Expertos como el doctor Máximo Schiavone promueven un enfoque de “menos a más” para combatir la obesidad, comenzando con actividad física básica y control de calorías. (Imagen ilustrativa Infobae)
Expertos como el doctor Máximo Schiavone promueven un enfoque de “menos a más” para combatir la obesidad, comenzando con actividad física básica y control de calorías. (Imagen ilustrativa Infobae)

Según Harraca, “es una enfermedad sistémica que afecta a todo el organismo, incluyendo los complejos mecanismos neurológicos que regulan la saciedad y el metabolismo”. Además, el tratamiento de esta condición presenta dificultades sin un abordaje multidisciplinario y especializado. Por su parte, el doctor Luciano Poggi de la Asociación Peruana de Cirugía y Enfermedades Metabólicas aseguró, en el escrito, que menos del 5% de los pacientes con obesidad mórbida logran mantener una pérdida de peso sostenida sin la ayuda de una intervención médica integral, que incluya no solo dieta y ejercicio, sino también atención de un equipo compuesto por médicos, nutricionistas, psicólogos y otros especialistas.

Mientras que el doctor Rodrigo Muñoz, presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, destacó la necesidad de eliminar los estigmas y los estereotipos sociales que rodean la obesidad. “Debemos dejar de juzgar a las personas con obesidad como individuos carentes de fuerza de voluntad o disciplina”, recalcó el especialista. Por último, los especialistas advirtieron que el combate contra la obesidad trasciende el consultorio médico e involucra un compromiso multisectorial, por lo cual es esencial que los profesionales de la salud reciban la capacitación adecuada y que existan sistemas de monitoreo epidemiológico que permitan recopilar datos precisos y actualizados.

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